Aerolineas Argentinas y los conspiradores del Agua Helada

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A esta altura, no hace falta explicar demasiado: hace un par de días que Aerolíneas está trabajando para devolver a la línea de vuelo a 15 Boeing 737 que fueron afectados por una tormenta de granizo que cayó sobre Aeroparque.

Ayer Sir Chandler tuvo la chance de ver las reparaciones de cerca y publicó esta nota, que aclara bastante lo que pasó, cómo sigue y cuándo se soluciona.

¿Qué pasó con los 737 de Aerolíneas y el granizo? Entrevista

No voy a ir por ese lado: los spoilers de la línea Boeing 737 son de aluminio, en lugar de la fibra de carbono con la que se hacen los spoilers de los 190 y los A320. Teniendo en cuenta el material, suele abollarse. Todo esto lo cubre bien la nota de Sir.

Listo con la parte técnica. Vamos a lo otro.

En una nada sorprendente secuencia, aparecieron los opinólogos de siempre, los de cada tanto, los de casi nunca y los de en su puta vida. Repasemos un poquito.

Teoría 1: El granizo selectivo

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Teoría 2: Lo que faltan son hangares

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Teoría 3: No era para tanto

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Dos cosas se desprenden de esta catarata de estupidez. Vamos de a una.

La primera tiene que ver con lo fácil que es decir boludeces. La verdad, envidio esa capacidad de desapego del más mínimo sentido común.

Ni siquiera arranco con la cuestión matemática: si Aerolíneas tiene 15 aviones en plataforma en Aeroparque en un momento dado, será porque tiene la flota más grande del país, y -¿están sentados?- tiene su hub doméstico principal en Aeroparque. Por probabilística se debería imponer que a mayor cantidad de aviones expuestos a una circunstancia que puede afectarlos porque una característica específica lo hace más susceptible a esa circunstancia, mayores serán las posibilidades de ser afectados por esa circunstancia. ¿No?

Doy por contestada con la nota de Sir Chandler la teoría 1,  del granizo selectivo. Vamos con la segunda.

Hay varias preguntas alrededor de los hangares de Aeroparque. La primera es: ¿dónde carajo meter hangares para guardar 15 aviones? Y la segunda: ¿para qué quieren guardar 15 aviones simultáneamente? ¿Cuál es el costo de construir hangares para tantos aviones? ¿Cómo se justifica semejante construcción para la eventualidad que se junten 15 aviones, granice y les pegue a todos? ¿Cómo sería de grande la turba iracunda que pediría la cabeza de Dell’Acqua si hacen semejante construcción para un evento tan singular?

Las chances que se repita esta circunstancia son más o menos las mismas que un oso pardo se desayune al perro. ¿Justifica matar a todos los osos pardos? ¿Enseñarle a Firulais a manipular una Glock 40? ¿Construir un foso alrededor de la casa? ¿Poner 4 turnos de guardias patrullando el barrio? No.

El hangar en cualquier terminal es, mayormente, para mantenimiento. En la operación, los aviones están en plataforma. Acá, en Sri Lanka o en el Charles de Gaulle.

Vamos con la teoría 3, la que el granizo no era para tanto.

No pretendo que la gente ande por la vida con el higrómetro, un calibre y un título de meteorólogo bajo el brazo, pero me parece que evaluar el granizo a partir de lo que se aprecia en la ventana -o en el colmo de la pelotudez, a partir de la cantidad de marcas que le dejó (o no le dejó) al auto- es, por lo menos, apresurado.

Partiendo de la base de la diferencia de material, no hay base de comparación entre la experiencia de cómo le afecta a un avión el impacto de granizo sobre una de sus partes. Y siguiendo por la sutil diferencia de cuánto importa la performance aerodinámica de un Ford Taunus (o cualquier otro, pero me vino a la mente la tanda esa que vino con el techo vinílico porque una tarde en Pacheco…) cascoteado por granizo mientras desarrolla 110 kilómetros por hora con cuatro ruedas apoyadas en el piso (este dato es importante) contra el impacto en la performance o integridad de un spoiler a, pongámosle, 12000 metros del suelo y mach 0.8.

Las cosas no son todas iguales, no funcionan todas igual, no reaccionan igual ante el mismo estímulo. Si no entendemos eso, no podremos establecer bases de comparación válidas. Si no podemos establecer bases de comparación válidas, lo mejor es callarse la boca.

Dejo dos cosas para el final, si me permiten. La primera, tiene que ver con este buen señor:

Escucho a Jota Leonetti cuando aparece en la radio, me parece un tipo copado cuando cuenta lo que pasa con el tránsito. Pero acá le pifió.

Como divulgadores, tenemos responsabilidades. Las tengo yo, con casi 5000 seguidores en total, y las tiene él, con 627.000. La responsabilidad principal es, como siempre digo, saber de lo que estoy hablando. Yo no me voy a poner a opinar sobre las coyunturas de la red de tránsito pesado metropolitana, porque no tengo absolutamente la más puta idea de cómo se traza, se administra o se recorre. Ni siquiera tengo experiencia arriba de un camión, por lo que no debe haber persona menos capacitada que yo para hablar del tránsito.

Si a punta de pistola me obligaran a hablar del tránsito, diría que es bajo amenaza y con el correspondiente disclaimer: una versión más amable y elaborada de “no tengo absolutamente ni idea de qué decir al respecto”, pero sería algo en ese sentido.

No se puede revolear tan ligeramente una sospecha sobre algo que no se conoce apropiadamente. No es serio. Implanta una idea equivocada en quien lee, partiendo de la desinformación o de la ignorancia. Sembrando las condiciones para que florezca la rosca intencionada detrás de cualquier cosa que le pasa a Aerolíneas.

Sacó un par de tweets aclaratorios luego, cuando hubo mayor información. Le concedo eso, y me parece saludable. Pero no es un deshonor volver sobre lo dicho y confesar “la verdad, dije cualquier fruta”. Al contrario, es noble. Bah, es lo que me parece a mí.

La segunda, tiene que ver con el manejo de la crisis que hizo Aerolíneas Argentinas. En un contexto donde las fallas se ocultan, se disfrazan en la buena onda, se camuflan detrás de las mascotas y se sigue tapando el sol con la mano, es absolutamente saludable y necesario que la comunicación sea transparente. Y lo fue. Pudo haberse comunicado antes? Seguro. Pero se comunicó. Y es una excelente señal de cara al futuro.

Para el final, dejo a los de siempre, que ven en el personal de Aerolíneas a una “manga de vagos que no quieren laburar”. Esta imbecilidad tiene dos aristas, que vamos a explorar.

La primera, es la inmensa estupidez de pensar que se puede armar una conspiración tan grande como para dejar 15 aviones en plataforma para que les pegue el granizo solamente a los aviones de AR y a partir de ahí, dejar de vender pasajes porque no quieren trabajar. Exceptuando el detalle de que tal estrategia requiere o bien de una capacidad de predicción metereológica que hemos demostrado frecuente y fervientemente no tener o bien contar con la complicidad de Dios himself, que le tiene que acertar a los 15 aviones en el momento en el que le hayan predeterminado. Suelo pensar que Dios tiene cosas más importantes que hacer.

La segunda arista es que darle entidad a esa afirmación pelotuda y reduccionista es desconocer cuál es la fibra de la gente que trabaja en Aerolíneas. Hay sindicalismo y roscas dentro de la estructura de AR? Absolutamente. Como en todos lados. ¿Me gustaría que a la hora de establecer medidas de fuerza consideraran el impacto en los pasajeros? Claro que sí. Se puede ser disruptivo -porque las medidas de fuerza siempre lo son- sin ser hijo de puta. Se deberá laburar en ello.

Pero meter en la misma bolsa a gente que lleva a AR en el corazón y en las manos, es un insulto. Directamente. Estamos hablando de gente que cuando la estaban vaciando, dejó el alma y la salvó. Gente que va todos los días y deja lo mejor de sí para que el pasajero vuele seguro. Conozco gente de mantenimiento que deja el alma, y dejó la vida para que esta contingencia se superara lo antes posible.

Es muy fácil levantar el dedito y creer en conspiraciones. Es más fácil acusar primero desde el pedestal que entender qué pasó y cómo son en realidad las cosas. Lo que hay que tratar de entender es que las cosas pueden pasar, y hay circunstancias que hacen que le pase a uno en lugar de otro.

Le tocó a Aerolíneas, y disparó toda esta catarata de ignorancia y conspiración. Tenemos la responsabilidad de pensar diferente. A partir de la evidencia. Nos debemos eso.

Para que no nos sigan arreando a luchar batallas ajenas. Para no ser soldados desde la ignorancia.

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    By: Pablo Díaz

    40 años. Argentino. Casado.
    Profesional de IT por elección, Aeronáutico por vocación.
    Casi piloto. Casi Spotter. Casi Ingeniero.
    Viajero ocasional, nerd frecuente.

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