Equilibrio emocional, pieza clave para evitar accidentes aéreos

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La estabilidad emocional hace referencia a la habilidad del tripulante de mantenerse estable, equilibrado, con mayor control sobre sus emociones.  En cambio, sí la carece, tiene más probabilidades de sufrir ansiedad, depresión, impulsividad, vulnerabilidad al estrés y puede resultarle difícil pensar con claridad en una situación de riesgo.

Existe un gran número de incidentes y accidentes en la aviación, que, como agente preponderante, el factor humano ha sido atribuible hasta en un 80%, según algunos datos estadísticos de las principales autoridades y departamentos encargados en la investigación de los hechos.

La salud mental del Personal Técnico Aeronáutico- no sólo del tripulante de cabina- será un elemento importante dentro de la ecuación de la seguridad operacional.

Cuando un tripulante es seleccionado por alguna compañía aérea –en algunos casos- es sometido a una batería de pruebas psicológicas que permiten conocer su nivel cognitivo, de percepción, rasgo de personalidad, aspectos intelectuales, y otros más.  A través de una entrevista se examina el equilibrio emocional y cómo este interactúa en su esfera familiar, afectiva, social y laboral.

A pesar de haber sido seleccionado adecuadamente y calificado como APTO, a lo largo de su vida podría sufrir episodios de ansiedad, a consecuencia, por ejemplo, divorcios, pérdidas de seres queridos, poca tolerancia a la frustración, agresividad excesiva o bien tendencia a bloquearse bajo la presión de la operación de un vuelo.

Recordemos el fatídico accidente ocurrido el pasado año 2015, cuando el Airbus A320 de la aerolínea Germanwings, fue impactado deliberadamente –según los reportes preliminares- por el Primer Oficial, Andreas Lubitz, luego de haber despegado del Aeropuerto de Barcelona, España; el saldo 150 víctimas mortales.

Según las notas periodísticas, días antes del accidente, escribió una carta a su terapeuta diciéndole que hacía tiempo que no lograba conciliar el sueño y, que, además, su capacidad visual estaba disminuyendo.  Esta es una clara evidencia de que el piloto necesitaba ayuda psicológica inmediata, la carta revelaba la inestabilidad emocional por la que estaba transitando. También hubo evidencias que había dejado de administrarse los medicamentos psiquiátricos que acostumbraba.

La escultura SonnelKugel, que significa “esfera de sol”, fue inaugurada hace unos meses, para recordar a las víctimas del accidente en el punto exacto donde el avión impactó.  Mi interpretación –sin ánimos de disminuir la simbología de la edificación- es un claro espacio que representa la psiquis desfragmentada de un piloto en el momento del accidente.

Continúan habiendo muchas preguntas en el aire sobre el caso, entre ellas aún nos cuestionamos las siguientes:

  • ¿Cuáles fueron los últimos resultados psicológicos y psiquiátricos de Andreas Lubitz?
  • ¿Por qué su terapeuta no reveló a tiempo esta última carta a la aerolínea?
  • ¿Qué tan confiables son los exámenes psicométricos de nuevo ingreso y de control para el personal aéreo?

Hace falta mucho trabajo por hacer.

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    By: Redacción

    “Uniendo al mundo de la aviación, en una misma frecuencia”.

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