Punto de ruptura: el misterio del vuelo 990 de EgyptAir

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En la aviación moderna, los accidentes aéreos son tanto misteriosos como polémicos. El trágico destino del vuelo 990 de EgyptAir hizo merma en una amistad internacional entre dos aliados, pues los investigadores de dos países distintos llegaron a conclusiones diferentes y que, aún hoy en día, persisten en el desacuerdo.

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Por un lado tenemos la teoría de un tripulante que deliberadamente tomó los mandos para impactar la aeronave en el Atlántico, acción denominada “Aircraft-Assisted Suicide” (recordemos vuelos con antecedentes similares, como el reciente German Wings en 2015, Silk Air en 1997 y Japan Airlines en 1982, por mencionar algunos).

Por otro lado, tenemos la posibilidad de que se impactó en el mar por un fallo en el estabilizador horizontal del Boeing 767-366, ocurrido en pleno vuelo. El vuelo 990 de EgyptAir se originó en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, California, el día 31 de octubre de 1999 a la 01:00 horas, tiempo local. Su destino era el Aeropuerto Internacional de El Cairo, Egipto, haciendo una escala en Nueva York.

La aeronave, un Boeing 767-366ER con matrícula SU-GAP, bautizado “Faraón Tutmosis III” transportaba a 203 pasajeros (la mayoría abordados en Nueva York) y 14 tripulantes de refuerzo para el vuelo trasatlántico; entre esos tripulantes están el primer oficial Gamil El Batouty y el comandante Rauof Nour El Din, quienes tomarán los mandos posteriormente durante el vuelo.

Despegaron del Aeropuerto Internacional JFK, en los controles Ahmed El Habashi, un comandante con 36 años de experiencia; el primer oficial era Adel Anwar, quien solicitó el cambio de vuelo a otro primer oficial de la aerolínea (Adel quería llegar a tiempo a El Cairo para  su boda) y también viajaba Hatem Rousty, el jefe de pilotos de aerolínea del Boeing 767.

Unos veinte minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, el Relief First Officer Gamil El Batouty, entró a la cabina de mando, presionando al primer oficial Adel Anwar a que le cediera su lugar para volar el resto del tramo a El Cairo.

Tanto el primer oficial Adel Anwar como el comandante Ahmded El Habashi protestan, pues aún no es turno de Gamil El Batouty de tomar los mandos; finalmente después de discutir llegaron a un acuerdo, Adel Anwar y El Habashi acceden.

Gamil El Batouty toma el asiento del primer oficial. Ahmed El Habashi sale al servicio sanitario, dejando al primer oficial solo a los mandos del Boeing 767.

A partir de entonces la tragedia comienza en el desafortunado “Faraón Tutmosis III”, pues según las lecturas del radar terrestre y los datos de la CVR, el Boeing 767-366 comienza su caída libre con motores y piloto automático apagados y con una única letanía de fondo que Gamil El Batouty no deja de recitar mientras está solo en la cabina de mando cayendo al 99% de la velocidad del sonido: “I rely on God” “Yo confío en Alá”.

Mientras Gamil El Batouty repite ésta frase una y otra vez, la aeronave cae en picada sobre el Atlántico; el ángulo de la descenso es tal que en la cabina de pasajeros se produce una absoluta ingravidez, por lo que el Comandante El Habashi tiene qué “flotar” de regreso a la cabina de mando para frenar la caída. Cuando por fin logra hacerlo, El Habashi pregunta alarmado a Gamil El Batouty ¿qué pasa? Pero no recibe otra respuesta más que la incansable letanía que repite incansable el RFO: “I rely on God”.

En la CVR se registra que El Habashi trataba por todos los medios de elevar la aeronave, no obstante los esfuerzos de El Batouty de inclinar la nariz cada vez más.

Alarmante ante la presencia de pasajeros y tripulantes a bordo, la aeronave gana y pierde altitud con rapidez (de 33,000 a 14,600 pies en segundos). La aeronave cayó a una velocidad tal que perdió el motor izquierdo y al no soportar las fuerzas a la que estaba siendo sometido, el Boeing 767 comienza a desintegrarse en miles de pedazos antes de estrellarse al máximo de su velocidad contra el Atlántico.

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Ninguna de las 217 personas a bordo sobrevive. Ni siquiera se encontraron restos humanos completos, se presume que se desintegraron por completo en el brutal impacto. Los restos de la aeronave fueron localizados a unos 80 kilómetros al sur de Nantucket, Massachusetts.

Comienzan entonces las labores de rescate y las investigaciones corren a cargo de un equipo de expertos egipcios, la NTSB el FBI, entre otros.

Al recuperar la FDR y la CVR, los expertos señalan dos causas probables: uno es el fallo en los elevadores del B767 que derivó en la caída del aparato, y la otra causa probable, más siniestra, apuntaba a un primer oficial suicida, que para empezar, no debió estar a los mandos.

Los investigadores egipcios negaron (y siguen negando aún hoy en día) que Gamil el Batouty haya cometido suicidio y que la frase que repetía incansable es normal para quienes profesan la religión islámica y no porque haya tenido la convicción de cometer suicidio. 

Más aún, los expertos egipcios señalaron que en la CVR se escuchaba a Gamil El Batouty y al comandante Ahmed El Habashi conversar para tratar de recuperar el control de la aeronave, por lo que el B767 había caído al mar por el fallo de los elevadores.

Pero los expertos estadounidenses tienen varios informes que enturbiarían aún más la investigación: Gamil El Batouty tenía un gran historial de quejas por acoso sexual en el hotel de pernocta donde se hospedaban los tripulantes de EgyptAir en Nueva York; todas esas quejas estaban bajo el conocimiento de la aerolínea que le había advertido poco antes de la tragedia, que después de ése vuelo, se les prohibiría definitivamente viajar a los Estados Unidos de Norteamérica.

Poco después, un piloto desertor de Egypt Air insinuó que efectivamente los directivos de la aerolínea habían reprendido a Gamil El Batouty por dichos comportamientos lascivos y que Gamil buscaba venganza; sin embargo, las declaraciones del piloto desertor no tuvieron relevancia y se descartó como testigo para la investigación.

La controversia internacional se desató tras publicarse el informe oficial de la National Transportation Safety Board (NTSB), donde se señaló un “acto deliberado” por parte de Gamil El Batouty como causante del accidente del vuelo 990 de Egypt Air con 217 víctimas.

El equipo de investigación egipcio rechaza desde entonces dicho veredicto de los investigadores estadounidenses y sus argumentos fueron reforzados en cierta forma con el tiempo, pues después del accidente del vuelo 990 hubo incidentes con los elevadores de más aeronaves Boeing 767; sin embargo, ninguno de ésos terminó en tragedia como el vuelo 990 de EgyptAir.

Y aunque esos nuevos datos se han tomado en cuenta para posible aclaración de la causa del accidente, la principal para la NTSB sigue siendo un acto deliberado por parte de Gamil El Batouty.

Hasta este momento no hay otra conclusión para los investigadores del National Transportation Safety Board y, a menos que se pueda presentar un fallo desastroso en los elevadores de los Boeing 767 que aún hay en uso, el nombre de Gamil  El Batouty sigue impío en los archivos de accidentes aéreos sin resolver de la aviación moderna.

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    By: Yami Herrera

    Miembro fundador de esta gran comunidad de Transponder 1200.
    Dedicada a la aviación desde hace 13 años, actualmente dedicada a la instrucción.

    “Mi más grande pasión, es la aviación”.

    Ciudad: Ciudad de México.

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