Transponder 1200 en Toulouse: Conociendo el Museo Aeroscopia, una máquina del tiempo

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Ubicado en la calle Allée André Turcat, 31700 Blagnac, Francia, el Museo Aeroscopia reúne años de historia aeronáutica europea que recuerda y deja muy en claro que no sólo los Estados Unidos y otras naciones cuenta con ella. Desde los inicios de Clément Ader con su Éole construido en 1886, hasta los últimos días de la aviación supersónica civil se puede uno deleitar.

Sumergidos en una aventura única, el equipo de Transponder 1200 documentó cada centímetro cuadrado de este emblemático museo que, a través de su gran arquitectura conformada de 2 niveles y 3 secciones, muestra alrededor de 27 aeronaves célebres de Europa, así como maquetas con legendarios y actuales aviones a escala 1/25.

Gracias a la firma de Airbus Group, se puso la primera piedra para la construcción de este acervo cultural durante el otoño del 2011. Posteriormente, fue meticulosamente decorado y comenzaron a llegar las primeras aeronaves que muestran los desarrollos más imponentes del viejo continente y su industria aeronáutica civil y militar.

De los 22 aviones supersónicos Concorde construidos en toda su época y que algunos de ellos se encuentran exhibidos en diferentes museos alrededor de todo el mundo, Musée Aeroscopia, reúne dos de ellos que fueran propiedad de Air France; sus matrículas, F-BVFC (número de serie 9) y F-WTSB, este último que fuera el legendario supersónico que a mediados de la década de los setenta, hiciera las primeras pruebas del equipo y mediciones de todo el arsenal de aparatos.

Cabe destacar que, en 1975, este Concorde estuvo destinado al entrenamiento de las tripulaciones de Air France, antes de efectuar un vuelo presidencial entre el Aeropuerto de Charles de Gaulle hacia el Internacional de Riad en Arabia Saudita el 22 de enero de 1977.

En aquellos años, el presidente francés, Valéry Giscard d’Estaing, fue el único presidente que voló a bordo del Concorde número 1 de la serie.

Al llegar al museo, la atención en los mostradores es bastante buena, si uno no habla francés o inglés, seguramente algún miembro del equipo de nacionalidad española te atenderá. El costo de entrada es de 11.50 € y los niños menores de 6 años entran gratis.

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Por algunos euros extras se puede disfrutar de visitas guiadas, o si uno lo desea puede alquilar un Smartphone –si es que no cuentas con uno de ellos- y a través de una aplicación y unos auriculares serás guiado a través de un asistente virtual durante todo el recorrido con explicaciones muy interesantes de cada uno de los aviones en tres idiomas distintos a elección, inglés, francés y español.

Después de pasar por un túnel del tiempo que hace parte de la entrada principal del museo y donde se pueden observar varios cuadros históricos, emerge a la vista, como primer acto, el Super Guppy SGT 201, que en su interior proyecta escenas de lo que fue y se ha convertido la aeronáutica hoy en día.

La historia del Super Guppy –de fabricación norteamericana-, es realmente fascinante, de hecho, sólo se construyeron 5 aeronaves –en sus dos versiones SG y SGT- y el número 2 es el que se encuentra en Aeroscopia. El carguero que fue construido después de varios desarrollos de la agencia espacial estadounidense NASA y fue encomendado a misiones de transporte de cargas pesadas a principios de 1970.

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En tierra del fabricante europeo, naturalmente no se puede negar su historia, el Airbus A300B también hace parte de esta gran colección; en su interior se puede observar la cabina y los comienzos de una empresa que hoy en día se ha consolidado como las más poderosas de la industria de la aeronáutica mundial.

Durante el recorrido a bordo de esta aeronave, se puede observar su “esqueleto”, y es que todo está recubierto con cristales en los paneles del avión y en el piso, iluminada con una luz tenue azulada, lo que hace que se pueda observar a detalle cada una de las piezas que conforma el avión en su interior.

Algunos más aviones en su mayoría de fabricación europea que fueron parte de la aviación corporativa, como los Aerospatiale SN-601 Corvette, de aviación militar con Airbus Military A400M, aviación experimental con los Vj 01 Gringo, y no podemos olvidar en la aviación legendaria el Blériot XI.

A pesar de estas grandes he históricas máquinas, no podemos dejar pasar el ícono de la aviación comercial europea, se trata del Caravelle 12, fabricado por Sud-Aviation –los cimientos de lo que hoy conocemos como Airbus- y que fue punta de lanza para las nuevas generaciones de aviones birreactores.

La fabricación de SE 210 Caravelle 12, duró entre 1958 y 1973, y fue la firma francesa que construyó cerca de 300 aparatos que fueron utilizados por diferentes aerolíneas en todo el mundo. De este lado del planeta, compañías latinoamericanas como: Lan Chile, Aerotal Colombia, Cruzeiro do Sul y Panair do Brasil y por su puesto Mexicana de Aviación, utilizaron esta aeronave como su caballo de batalla.

Por supuesto vale la pena visitar este gran museo y que por cierto al final del recorrido existe una tienda con muchos artículos que cualquier amante de la aviación sabrá apreciar. Un lugar extraordinario, muy aseado, y con una atención merecedora de un país de primer mundo como lo es Francia. Agradecemos todas las facilidades al equipo del Musée Aeroscopia y por supuesto a Airbus. Deseamos que tu, querido lector, puedas conocer este increíble lugar que es una verdadera máquina del tiempo.

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    By: Roberto Mtz Armendáriz

    Periodista independiente con más de 10 años de experiencia en los medios de comunicación. Ha participado en varios proyectos de casas radiodifusoras como titular de noticieros en FM (Grupo Radiorama) y ha sido Jefe de Información de varios periódicos mexicanos. También, es Piloto Aviador Privado y Oficial de Operaciones de Aeronaves.

    Ciudad de México.

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