Aeroflot realizará un pedido por más de 300 aviones de fabricación rusa

Durante una reunión celebrada entre el CEO de la aerolínea bandera de Rusia, Aeroflot y el Mandatario Vladimir Putin, se acordó la compra de 323 nuevos aviones de fabricación rusa, que incluirán unidades del Sukhoi Superjet, Irkut MC-21 y Tupolev, orden que se produce luego de las sanciones impuestas por los principales fabricantes de aviones Boeing y Airbus, luego del estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia.

De acuerdo con el CEO de la estatal Aeroflot, Serguéi Alexandrovski, este será uno de los pedidos más grandes de aviones en la historia de Rusia, desde hace muchos años. Además, destacó que este plan de renovación de flota está dentro del programa estatal de desarrollo de la industria del transporte ruso hacia el año 2030, donde también se requerirán más de 3,500 nuevos Pilotos.

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Con este anuncio, el gobierno de Vladimir Putin destinará unos $830 millones de dólares (50,000 millones de rublos), para la compra y adquisición de estas nuevas aeronaves, que se centran en 73 Sukhoi Superjet, 40 Tupolev Tu-124 y 210 Irkut MC-21.

Por su parte, se esperará que United Aircraft Corporation (UAC), que posee la mayoría de la fabricación aeroespacial en Rusia, entre ellas Rostec, pueda fabricar más de 110 aviones comerciales para el 2025 y más de 500 para el año 2030, un pronóstico muy ambicioso.

La industria aeroespacial rusa ha vivido desde comienzos de este año 2022, una de sus peores crisis ya que la mayoría de los desarrollos de nuevas aeronaves nacionales, requerían de piezas y suministros de empresas occidentales, como motores, estructuras, aviónica, etc., que comenzaron a limitar los proyectos debido a las sanciones impuestas desde occidente por la guerra entre Ucrania y Rusia.

Con esto, Rusia comenzará a producir sus propios aviones y tendrá que tener una cadena de suministro bastante robusta para dar mantenimiento a todos los nuevos aviones que comenzará a operar (de acuerdo con la estimaciones), hacia el año 2025 y tomar las experiencias del pasado, como ocurrió con los Superjet 100, para mejorar la asistencia a las aerolíneas nacionales. Por el contrario, también deberá hacer frente a las certificaciones aeronáuticas dependientes de otros países para poder operar sus aviones en espacios aéreos fuera de Rusia.