Air France y Airbus van a la corte por el accidente del AF447
13 años después de uno de los accidentes más misteriosos y catastróficos en la historia, el peor para Air France y para un Airbus A330, ambas empresas irán a la corte la siguiente semana para enfrentar cargos y responsabilidades por el accidente que costó 228 vidas entre los pasajeros y la tripulación del vuelo AF447.
Fue la noche del 31 de mayo de 2009 que el vuelo de Air France AF447 entre Río de Janeiro (GIG) y París (CDG), operado por un Airbus A330-200 con matrícula F-GZCP, salió sin novedad, pero a la mitad del Atlántico y luego de atravesar una zona de tormenta, se perdió todo contacto con él, algunos de sus restos fueron encontrados unos días después flotando en el mar, lo que confirmó que el vuelo se accidentó sobre el Atlántico.
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La investigación duró varios años ya que tardaron 2 años tan solo en rescatar del fondo marino las cajas negras, luego de localizar los restos del avión. Pero podemos resumir los acontecimientos de la siguiente manera: el vuelo debía atravesar una zona de tormenta poco después de alejarse de la costa brasileña rumbo a Dakar, el Capitán, Marc Dubois, decidió tomar el primer descanso porque confesó haber tenido una noche de fiesta el día anterior y estaba cansado, dejando a cargo al primer oficial y al piloto de reserva del vuelo justo antes de llegar a la zona de la tormenta.
Aparentemente los pilotos no se dieron cuenta de la tormenta que tenían delante y en lugar de rodearla como otros vuelos que se dirigían a Europa, se metieron en ella, uno de los tubos Pitot se obstruyó por cristales de hielo lo que ocasionó que el piloto automático se desconectara por discrepancia en la velocidad del avión. Alarmas sonaron, hubo confusión en los pilotos, el piloto de reserva que iba en el asiento del capitán jaló la palanca de mando para que el avión subiera porque pensó que estaban descendiendo, pero no avisó de esto y al alzar la nariz comenzaron a perder velocidad, pero por la discrepancia de velocidad en los sistemas no sabían realmente la velocidad del avión.
El Capitán Dubois regresó a la cabina para ver qué pasaba y por qué seguían en una fuerte turbulencia, encontrando a los pilotos confundidos con la información contradictoria de la cabina, sin saber qué hacer, fue entonces que el piloto de reserva dijo que había estado intentando que el avión ascendiera, el Capitán comprendió que eso los había hecho perder velocidad sin darse cuenta y le gritó que no era subir, que bajara la nariz, pero ya era demasiado tarde, un minuto después el A330 golpeó con la “panza” el Atlántico y se hizo pedazos.
De acuerdo con el reporte del Buró de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil de Francia (BEA), el accidente se derivó de la inconsistencia en la medición de la velocidad del viento luego de la obstrucción de al menos uno de los tubos Pitot, lo que causó la desconexión del piloto automático y que el sistema del avión se reconfigurara a la ley alterna. De ahí siguieron movimientos de los controles inadecuados que desestabilizaron el vuelo, los pilotos no lograron hacer una conexión entre la pérdida de indicación de la velocidad del aire y los procedimientos indicados, tampoco se dieron cuenta de que llegaron a velocidad de pérdida (stall) por lo que no hubo una reacción para recuperar el avión, la llegada del Capitán a la cabina fue demasiado tarde.
El accidente llevó a una serie de recomendaciones de seguridad de parte de la BEA, incluyendo la manera en que la aerolínea estaba capacitando a sus pilotos en caso de pérdida de control. Originalmente, tanto Air France como Airbus fueron acusados por el accidente en tanto se deslindarán responsabilidades, y en septiembre de 2019 los cargos fueron retirados porque los jueces determinaron que el accidente fue ocasionado porque se conjuntaron elementos de una manera que nunca había sucedido y que, por lo tanto, los peligros no podían haberse percibido. Sin embargo, en mayo de 2021 la Corte de Apelaciones de París revocó esta decisión presionada por los deudos de las víctimas que buscaban justicia haciendo que alguien fuera responsable de lo que pasó en 2013.
Así que, como no hay plazo que no se cumpla, la siguiente semana Air France y Airbus deberán enfrentar los cargos por el accidente, de encontrarse que alguna de las empresas, o ambas, es responsable, tendrán cargos por homicidio involuntario que los llevaría a pagar hasta €225,000 euros por cada una de las víctimas del accidente.
Como el avión no presentó una falla por sí mismo que llevara al accidente, ya que el tubo Pitot obstruido fue por haberse metido en la tormenta, y el fabricante ya había advertido que eso podía pasar, es poco probable que Airbus fuera condenada a hacerse responsable de los hechos. Sin embargo, la propia investigación de la BEA señaló que Air France tuvo deficiencias en la capacitación de sus pilotos y por ello tuvieron una mala reacción al momento de enfrentar el problema, así que tienen la espada en el cuello en este momento. Pero habrá que esperar la decisión de la corte con respecto a este caso.