AMLO deja en la indefensión a la industria de la aviación mexicana

Fue entre los años 2007 al 2010 que la aviación mexicana sufrió un deterioro sustancial derivado de la quiebra de varias aerolíneas producida, principalmente, por una crisis económica mundial y un gobierno que fue incapaz de apoyar la liquidez de las mismas. Ciertamente, la salida de la extinta Mexicana de Aviación marcó un antes y un después en la industria nacional que continúa lacerando a cierta población.

Hoy el panorama está lleno de incertidumbre y a medida que México experimentará el pico más alto de la pandemia, podrían comenzar a existir dramáticos descensos en la liquidez de las aerolíneas y la casi nula demanda del transporte de pasajeros. En promedio y desde el pasado 24 de marzo, las aerolíneas mexicanas recortaron sus operaciones en promedio un  85%. Pero durante el próximo mes de mayo, ese porcentaje podría reducirse drásticamente, a tal grado de llegar a ser nulo.

Desafortunadamente, no existe un sólo paquete o plan de rescate desde el Gobierno Federal. La iniciativa privada urge se tomen medidas pero no se ha hecho nada. El tiempo nos alcanzó y la estrategia que apunta el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, sorprende y molesta a los empresarios, en medio de una lucha por preservar su liquidez y salir “victoriosos” de esto que, para México, aún comienza.

Consistentemente, el presidente López Obrador y su equipo como el Dr. Hugo López Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, han tenido un desastroso desempeño, desde la información inconsistente que se ha difundido a los mexicanos, así como los paquetes económicos y estímulos que nunca llegan; vaya que ni siquiera tienen pensados.

A pesar de que el Presidente mexicano tuvo casi un mes de ventaja sobre la pandemia y lo aprendido de otros países –principalmente europeos y China-, no se hizo absolutamente nada. Es hasta hace dos semanas que los aviones Boeing 787 Dreamliner de Aeroméxico trajeron los primeros repatriados y suministros médicos –insuficientes-, para atender el brote en fase dos… ¿qué pasará ahora?

Luego de instaurada la fase tres en nuestro país, el presidente dijo a través de una declaración: “ya casi vamos a salir de esta”… ¡no señor presidente, apenas vamos a empezar! La corriente de pensamiento con que López Obrador trata esta pandemia, preocupa a todos, principalmente a una industria que aporta el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB), y me refiero a la industria de la aeronáutica.

Ya lo han reportado varios, Peter Cerdá de la IATA, los consultores de CAPA, y analistas financieros que, de no apoyar a esta industria varias aerolíneas podrían quebrar y como resultado miles de empresas que dependen de ellas. Algunas, y en particular, -lapidaria-, tendrá o no que cerrar independientemente de la pandemia, que sólo, este efecto será un “empujoncito” para su propia fosa, pero las demás que han trabajado bien ¿se lo merecen?

Para atender económicamente y para darnos una idea, países como Estados Unidos han invertido cerca del 12% de su PIB, Perú 12%, Argentina 1%, y México un penoso 0.03%.

Urge que el Gobierno Mexicano cree un paquete de ayuda financiero para las aerolíneas, que se han consolidado fuertemente y que desde el terrible año 2010, han experimentado un destacado crecimiento generando un honroso, 1,4 millones de puestos de trabajos directos e indirectos. 

Según previsiones de IATA, como consecuencia de la crisis del COVID-19, la contribución del sector al PIB de México podría disminuir unos 13 mil millones de dólares y colocar hasta 97,000 puestos de empleo directos y 437,000 indirectos en riesgo.

Las cifras no mienten y mucho menos están maquilladas ¿qué tendrá que pasar para que el presidente se dé cuenta que de no hacer nada, millones de mexicanos podrían perder su empleo? En este orden de ideas, por la cosmovisión de pensamiento y otras tantas más, me da más miedo –espero a equivocarme-, la ignorancia de un López Obrador que del mismo COVID-19.