Boeing deja en pausan el proyecto X-66, ¿qué pasó?
Boeing reorienta su estrategia: pausa en el X-66 y enfoque en alas delgadas para aviones comerciales.

Boeing prioriza certificaciones clave y redirige recursos del X-66
Boeing ha decidido pausar el desarrollo del demostrador de vuelo X-66, una iniciativa conjunta con la NASA que buscaba validar el concepto de ala reforzada transónica (TTBW, por sus siglas en inglés) utilizando una célula modificada del McDonnell Douglas MD-90. Este proyecto, parte del programa Sustainable Flight Demonstrator de la NASA, tenía como objetivo principal reducir el consumo de combustible y las emisiones en futuros aviones comerciales. Sin embargo, la compañía ha optado por redirigir recursos y personal hacia la certificación de modelos clave como el Boeing 737 MAX 7, MAX 10 y el 777-9, respondiendo a la necesidad de cumplir con compromisos comerciales inmediatos y abordar desafíos regulatorios pendientes.
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Evaluación técnica: alas delgadas sobre estructuras reforzadas
La decisión de Boeing también refleja una evaluación técnica sobre la viabilidad del diseño TTBW. Aunque las alas delgadas y de alta relación de aspecto ofrecen beneficios aerodinámicos significativos, la incorporación de estructuras de refuerzo complejas podría no ser adecuada para la producción en masa debido a desafíos estructurales y de mantenimiento. Por ello, Boeing y la NASA han acordado centrar sus esfuerzos en el desarrollo de tecnologías de alas delgadas sin refuerzos, continuando con pruebas en túneles de viento y simulaciones computacionales para validar su aplicabilidad en futuros diseños de aeronaves.
Implicaciones para la sostenibilidad y la innovación en la aviación
El X-66 representaba una apuesta ambiciosa hacia la sostenibilidad en la aviación, con la meta de reducir el consumo de combustible en un 30% en comparación con aviones actuales como el 737 MAX y el A320neo. La pausa en su desarrollo no implica un abandono de estos objetivos, sino una reorientación estratégica hacia soluciones más viables a corto y mediano plazo. Boeing continúa comprometido con la innovación en eficiencia energética y reducción de emisiones, explorando configuraciones de alas delgadas que podrían integrarse en la próxima generación de aviones de pasillo único prevista para la década de 2030.
A pesar de la pausa en el proyecto X-66, Boeing y la NASA mantienen su colaboración en la investigación de tecnologías avanzadas para la aviación comercial. Ambas entidades han expresado su intención de retomar el desarrollo del demostrador de vuelo en el futuro, dependiendo de los resultados obtenidos en las pruebas de alas delgadas y de la evolución de las necesidades del mercado.