Boeing proyecta concluir certificación del 737 MAX 7 y 10 para finales del 2025

Boeing espera la certificación del 737 MAX 7 y 10 para finales de 2025.

Un respiro para Boeing en medio de desafíos

Boeing ha anunciado que espera la certificación de las variantes 737 MAX 7 y 10 para finales de 2025. A pesar de los desafíos económicos, financieros y de seguridad que han afectado a la compañía en los últimos años, este hito representa un avance crucial en la recuperación de su línea de productos.

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Importancia del 737 MAX 7 y 10

La certificación de estas dos variantes del 737 MAX ha sido largamente esperada por la industria. Desde la crisis de seguridad que afectó al 737 MAX en 2019, Boeing ha enfrentado una serie de obstáculos regulatorios y de confianza. Sin embargo, la empresa ha trabajado estrechamente con las autoridades de aviación para asegurar que estas nuevas versiones cumplan con los más altos estándares de seguridad y rendimiento.

Las variantes MAX 7 y MAX 10 son cruciales para Boeing, ya que permiten completar la familia 737 MAX y ofrecer opciones más versátiles a las aerolíneas. El MAX 7, con su capacidad para rutas de corto y mediano alcance, y el MAX 10, con su mayor capacidad de pasajeros, son claves para competir con los modelos de Airbus en el segmento de pasillo único.

Perspectivas y futuro

Con la certificación prevista para finales de 2025, Boeing espera no solo normalizar sus entregas, sino también mejorar su flujo de caja y recuperar la confianza de clientes y reguladores. La reanudación de las entregas de estos modelos marcará un punto de inflexión en la recuperación de Boeing y en su competitividad en el mercado.

¿Qué le hace falta a Boeing?

Boeing se ha enfocado intensamente en la familia del 737, una línea que ha evolucionado durante varias décadas con múltiples versiones. Si bien este modelo ha sido la columna vertebral de muchas aerolíneas y considerado la joya de la corona de la compañía, todo indica que el 737 ha alcanzado el final de su vida útil, a pesar de los esfuerzos por actualizarlo, como lo demuestra su versión más reciente, el MAX.

La compañía enfrenta ahora una verdad ineludible: ya no tiene un nuevo avión que ofrecer al mercado y no sabemos qué ha pasado con el proyecto del Boeing 797. Por ello, deberá trabajar arduamente con sus ingenieros para desarrollar una aeronave capaz de competir —e incluso superar— a su principal rival, la familia Airbus A320. Este será un factor clave para que Boeing tome un nuevo rumbo y abandone una mentalidad que parece anclada en el pasado.