Boeing y Airbus desmiembran y se reparten Spirit AeroSystems

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Boeing tomó la decisión de comprar Spirit para tratar de solucionar sus problemas, por $4700 mdd.

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Resumen

  • Como no tiene dinero pagará con un intercambio accionario
  • Airbus pagará $1.00 por las plantas que le producen partes y recibirá una compensación de $559 mdd
  • Esto no garantiza a Boeing que logrará superar los problemas de calidad que tienen

Como se preveía desde hace un par de meses, finalmente Boeing cedió a comprar la empresa Spirit AeroSystems, fabricante, entre otras cosas, de los fuselajes del Boeing 737 y responsable de varias de las fallas encontradas recientemente en el avión, incluyendo el desprendimiento del tapón de la salida de emergencia en un avión MAX 9 de Alaska Airlines en enero pasado. Originalmente la empresa se creó en 2005 a partir de las instalaciones de Boeing en Wichita en donde se fabricaban precisamente los fuselajes como parte de la producción interna, pero posteriormente se diversificó y es proveedor de otras empresas, incluyendo a la europea Airbus.

Pero hay un pequeño detalle, Boeing negoció que compraría la empresa en $4,700 millones de dólares excluyendo los activos que producen partes y sistemas para Airbus, pero no tiene dinero para hacerlo, por lo que el arreglo fue hacer un intercambio accionario y además Boeing absorberá la deuda de la empresa que se calcula en otros $3,600 millones de dólares.

Por su parte, Airbus no podía permitir que la producción de partes críticas de sus modelos A350 y A220 pasaran a manos de Boeing, por lo que se sentaron a platicar y decidieron quedarse ellos con las instalaciones que producen partes para sus aviones, por lo que se quedará con las instalaciones de Kinston, Carolina del Norte, y St. Nazaire, Francia, en donde se producen partes del fuselaje del A350; las de Belfast, Irlanda del Norte, y Casablanca, Marruecos, en donde se producen las alas y sección central del fuselaje del A220 y partes de las alas de la familia A320; así como las instalaciones de Wichita en donde se producen los pilones de los motores del A220.

Pero Airbus logró una mejor negociación, ya que pagará un dólar por la compra de las instalaciones y recibirá a cambio una compensación de Spirit por alrededor de $559 millones de dólares que se ajustará de acuerdo con el due diligence que se realizará a la empresa; esto para compensar a Airbus por las demoras y falta de inversiones adecuadas para mantener el ritmo y calidad de la producción que ahora Airbus deberá hacer.

Boeing sigue gastando lo que no tiene

Así que mientras Airbus toma a cargo las operaciones de sus aviones y recibirá una compensación por ello, Boeing tendrá que gastar mucho dinero para arreglar la gestión y producción de la empresa, comenzando por los fuselajes del 737.

No se ha dicho qué será de algunas otras empresas que tiene Spirit en otros lugares del mundo, como instalaciones de reparación y mantenimiento, así como reparaciones de estructuras e instalaciones que proveen a otras empresas como Bombardier, Lockheed, Northrop Grumman y Bell, todo esto posiblemente se ponga a la venta más adelante si Boeing no quiere continuar con esos negocios o a los contratistas no les interesa, como a Airbus, que Boeing meta las narices en sus productos.

Y a final de cuentas, Boeing lo está haciendo buscando subsanar los problemas de calidad que tiene actualmente principalmente con los fuselajes del 737, que se derivaron primordialmente de haber reducido drásticamente las operaciones por los accidentes del 737 MAX que lo pusieron en tierra más los problemas derivados la pandemia de COVID-19, ya que tuvieron que despedir a una gran cantidad de empleados ya capacitados que no pudieron recontratar después, y ahora los nuevos están pasando por una curva de aprendizaje que no han logrado superar.

Además requieren fuertes inversiones diversas porque la empresa está en números rojos, por lo que tuvieron que renegociar lo que Boeing les paga por los fuselajes, pero no mejorarán sus finanzas en el corto plazo.

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Así que esto bien puede convertirse en otro dolor de cabeza para Boeing más que una solución a sus problemas de calidad que los tienen con las autoridades aeronáuticas encima y no les permite crecer la producción ni certificar las versiones -7 y -10 que ya están muy atrasadas.

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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