Bombardier pierde la batalla en el segmento de aviación comercial

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Las pruebas son suficientemente reveladoras para conocer el estado que actualmente guarda el fabricante canadiense Bombardier para el segmento de aviación comercial. Como es de conocimiento, la empresa canadiense nació bajo el gusto por fabricar aviones corporativos logrado posicionarse como un competidor importante dentro de la industria aeronáutica.

El único engranaje que no cuadró y no ha podido funcional en la maquinaria, son los aviones dedicados para la aviación comercial, principalmente por los escasos números registrados en la cartera de pedidos (backlog), problemas en los suministros y retrasos en las entregas, principalmente, como fue el caso del anteriormente nombrado programa CSeries.

Con la venta de la mayoría de las acciones del programa CSeries al gigante Airbus (y que tomara el control de prácticamente todo el programa el pasado 1 de julio del 2018), Bombardier se daba un respiro y se deshacía de muchos compromisos de los cuales evidentemente no era capaz cumplir. Ciertamente, este avión sofisticado, ahora denominado Airbus A220, amplía la cartera de productos del fabricante europeo, al tiempo de hacer frente a un segmento de aviones el cual estaba desprotegido por el fabricante basado en Toulouse- Blagnac y, que del otro lado del mundo, Embraer se aventajaba de esto.

Ahora se han dado a conocer varios cambios al interior de Bombardier en sus programas de aviación comercial. Uno de ellos fue la reciente venta del programa del avión regional Q400, absorbido por la empresa Viking Air, las puesta en venta de la planta de aeroestructuras en Belfast, dedicada principalmente a la fabricación del ala del A220 y los rumores sobre también la venta del programa CRJ.

Evidentemente, el fabricante canadiense no tiene ya cabeza, el conocimiento y las fuerzas para continuar con la construcción de esta categoría de aviones, y seguramente han resuelto que la mejor forma de hacer dinero es centrarse en lo que mejor hacen, aviones dedicados para a aviación ejecutiva.

Veremos quienes serán los interesados por la planta en Belfast y el programa CRJ, de este último –por lo menos aquí en México-, fue un avión (CRJ-200) que desafortunadamente no funcionó y lo catalogo como un fracaso, por sus características en el performance y lo costoso de su mantenimiento.

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    By: Roberto Mtz Armendáriz

    Periodista independiente con más de 10 años de experiencia en los medios de comunicación. Ha participado en varios proyectos de casas radiodifusoras como titular de noticieros en FM (Grupo Radiorama) y ha sido Jefe de Información de varios periódicos mexicanos. También, es Piloto Aviador Privado y Oficial de Operaciones de Aeronaves.

    Ciudad de México.

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