“Cactus 1549, vamos hacia el Hudson”…

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Han pasado 12 años desde aquella tarde del 15 de enero cuando el Airbus A320 de US Airways despegó de La Guardia (Nueva York) en ruta a Charlotte y encontró durante el ascenso, una gran parvada de gansos canadienses, obligándolo a realizar un amarizaje en el Río Hudson.

El resto de la historia ya la conocemos y la revivimos en la película “Sully” del 2016, pero ¿Qué ha pasado en la industria desde ese entonces? Ustedes en sus empresas, ¿han recibido una actualización en técnicas de manejo de emergencias y aplicación del CRM?

  • ¿Han ejecutado en las sesiones de simulador al menos un amarizaje (ditching) y la técnica correcta para ello? Créanlo o no, existen a pesar de lo sucedido, concesionarios que aseguran es una pérdida de tiempo el quemar horas de simulador en “algo que muy remotamente puede suceder”.
  • ¿Han practicado junto con las Tripulaciones de Cabina de pasajeros una evacuación conjunta?
  • ¿Conocemos el procedimiento y los riesgos que implica la descoordinación entre cabinas?
  • ¿Se han modificado sus Procedimientos de Operación Estandarizados (SOP`s) para cubrir una emergencia similar a la del AWE1549?
  • ¿Las aerolíneas han actualizado su sistema de atención a emergencias?
  • También podría interesarte: ¿Sabes cuál es el paradero del Airbus A320 del «Milagro en el Hudson»?

Recordemos lo que la Administración Federal de Aviación (FAA) escribió en el reporte final de la investigación:

Que gracias a que la aeronave A320 matrícula N106US del siniestro contaba con toboganes/balsas en las puertas delanteras, los pasajeros pudieron evacuar la aeronave sin más complicación.La aeronave fortuitamente estaba equipada con dichas balsas, de lo contrario ¿Cuál hubiera sido el desenlace en las frías aguas del Hudson?

Que la industria no cuenta con un entrenamiento y técnica correcta para efectuar un amarizaje. Que la saturación por carga de trabajo en la resolución de múltiples tareas en cabina, derivadas de la pérdida de ambos motores, no propició el correcto manejo de velocidades durante la etapa de aproximación al Hudson. En esto, la crítica al fabricante es implícita.

La gran lección que tanto el Capitán Chesley Burnett Sullenberger y el Primer Oficial Jeff Skiles nos heredaron tras este accidente:

Que los Pilotos y las tripulaciones en una aeronave, siempre debemos estar preparados para cualquier eventualidad y resolverla con la mejor de nuestras habilidades y criterios, porque al final, no todas las emergencias están escritas y se resuelven solo en el manual de vuelo.

¿Qué están haciendo en nuestras empresas para mejorar la capacitación y fomentar las habilidades de cada uno de los Tripulantes?

Porque el criterio no se enseña, se adquiere con la experiencia.

¡Vuelos seguros para todos!

 

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    By: Guillermo Galvan

    20 años en aerolíneas, instructor teórico aeronáutico, especialista factores humanos en aviación, melómano, cafeinómano.

    Sigue mi Columna ‘Nivel de Vuelo’ todos los lunes.

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