China cierra espacio aéreo a vuelos rusos con aviones occidentales

China prohibió este fin de semana a las aerolíneas rusas sobrevolar su espacio aéreo utilizando aviones occidentales que no cumplan con los requisitos legales exigidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Así, las aeronaves que no cuenten con la documentación que acredite estatus de legalidad operativa estarán prohibidas de sobrevolar el espacio aéreo o utilizar aeropuertos chinos.

La medida afecta fuertemente a las aerolíneas rusas que operan aviones occidentales propiedad de empresas de arrendamiento financiero y que han sido nacionalizadas por el gobierno ruso en respuesta a las sanciones internacionales que se impusieron a Rusia tras la invasión de Ucrania. Legalmente, pertenecen a los arrendadores y luego de la nacionalización, fueron registradas nuevamente en el país euroasiático, creando una situación de doble registro.

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Sucede que dicha situación de doble registro está prohibida por el derecho internacional; y cada país puede (y debe) exigir a los transportistas que operen en sus aeropuertos o espacio aéreo que presenten la documentación que acredite la legalidad de cada aeronave. En este caso, las aeronaves nacionalizadas por Rusia (pero que están legalmente matriculadas en el extranjero) están siendo requisadas por sus respectivos propietarios y por tanto, las aerolíneas rusas no pueden acreditar la situación de regularidad, ya que se encuentran en situación operativa irregular.

Entre las aerolíneas afectadas por la prohibición se encuentran iFly Airlines y Aviastar-TU Airlines, cuyas aeronaves occidentales pertenecen a empresas de arrendamiento, fueron nacionalizadas y se encuentran en una situación de doble registro (con otra matrícula activa en el extranjero). Otros países que también han cerrado su espacio aéreo a las aerolíneas rusas con aviones operando en la misma situación son Egipto y Turquía.

Desde finales de febrero, los países occidentales han impuesto numerosas sanciones contra Rusia por invadir Ucrania. La mayoría de éstos países prohibieron que los aviones rusos sobrevolaran su espacio aéreo y obligaron a las empresas de arrendamiento a rescindir los contratos con las aerolíneas rusas, que en teoría deberían devolverlos. Sin embargo, fueron nacionalizados por el gobierno, creando una situación de doble registro en todos ellos.