¿Cómo afectará a la aviación el conflicto entre Ucrania y Rusia?

Aún no salimos bien librados de la pandemia por el COVID-19 y Ómicrón, cuando ya tenemos un conflicto bélico que ha llamado la atención de todo el mundo. A primeras horas de la mañana de este jueves 24 de febrero del 2022, Rusia invadió las principales Ciudades de Ucrania, con bombardeos en zonas estratégicas.

Esto hizo que el gobierno Ucraniano emitiera un NOTAM para informar sobre el cierre de su espacio aéreo a la aviación comercial. Desde entonces varias aerolíneas se han pronunciado al respecto y han cancelado todos sus vuelos desde y hacia Ucrania y Rusia, dos naciones de las cuales, ninguna puede asegurar la seguridad operacional de los vuelos comerciales.

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Vimos nuevamente –cómo no lo habíamos visto desde la pandemia-, una disminución drástica, casi a cero, de operaciones aéreas en una zona. Muchos vuelos están tratando de evitar estos dos países para llegar a sus destinos, lo que representa grandes costos a los operadores y demoras en los vuelos.

El Gobierno estadounidense y del Reino Unido, emitieron fuertes posturas al conflicto bélico e hicieron un llamamiento a todas sus aerolíneas y operadores aéreos –regulares y no regulares-, a cancelar sus vuelos desde y hacia Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Situación que podría extenderse al menos hasta la mitad del próximo mes de marzo 2022.

La ocupación de Rusia en Ucrania y este acto que ha sido condenado por las principales potencias del mundo, incluidos todos los países de la OTAN deja a una Rusia incomunicada, con severos problemas financieros luego del desplome de su bolsa de valores, diplomáticamente afectada y económicamente convulsionada, lo que afecta directamente a las aerolíneas nacionales y sus conexiones con el extranjero.

La aviación para muchos países representa grandes dividendos para el Producto Interno Bruto (PIB). Para el caso de México, por ejemplo, representa casi el 3 por cierto. Esto implica, que a partir de este jueves, aerolíneas nacionales tendrán prohibido el acceso a espacios aéreos del resto del mundo. Los países con doctrinas socialistas, como es el caso de Cuba o Venezuela, apoyarán siempre las decisiones que se tomen desde el Kremlin.

Sin embargo, los países con ideologías capitalistas –como el resto del mundo-, comenzará a fincar restricciones de vuelos, de sus propias aerolíneas y operadores en espacio aéreo ruso, ucraniano y bielorruso, y lo misma ocurrirán con las aerolíneas de aquellos países que les serán prohibidos los accesos.

Como ya informamos, Reino Unido ha sido el primer país en prohibir, a partir de este 25 de febrero, el sobrevuelo a toda aerolínea rusa sobre su espacio aéreo. En una respuesta, también Rusia ha prohibido el vuelo de aerolíneas del Reino Unido sobre Rusia, lo que afectará algunos vuelos que salgan de Gran Bretaña hacia destinos principalmente ubicados en Asia.

Para las casi 34 aerolíneas rusas de diferentes clases, muchas de ellas dependen de los compuestos y refacciones de sus aeronaves que no son de marca rusa. Algunos de estos operadores importantes en la escena aerocomercial, tienen flotas de aviones como los Boeing 737, los turbohélice ATR, Embraer y Airbus A320, principalmente.

Estados Unidos está preparando un severo paquete de sanciones para Rusia y entre ellas es la dilución de las exportaciones y quizá importaciones, lo que podría dejar a los aviones sin mantenimiento y una eventual convulsión de las aerolíneas, por falta de repuestos.

Para los aviones europeos Airbus, la situación podría ser similar, las principales factorías se encuentran en Francia, Alemania y España, países que pertenecen a la OTAN y que mantienen una retórica similar, preparando también un paquete de sanciones en contra de Rusia, de no cesar al fuego. También existe la planta de Tajín, China, pero hasta el momento el gobierno de aquel no ha fijado una postura clara, debido a una relación muy estrecha con Rusia.

Sin embargo esto presionará a los operadores aéreos rusos a adquirir los de fabricación nacional. Como los Sukhoi Superjet 100, Il-114-300, el MC-21 y el weidebody CR929, en los que China también tiene participación. Esto como un juego muy bien logrado para presionar a las aerolíneas a consumir lo nacional, en medio de una férrea batalla con el duopolio Airbus-Boeing.

Otra posible etapa de terror para las aerolíneas Europeas

Como lo mencionaba al principio, la pandemia por el COVID-19 y sus variantes, dejó a la aviación colgada de un hilo muy delgado y que otras no pudieron soportar. Para la última temporada de verano, se estimaba un tráfico de pasajeros en la región europea del 80%, comparado con los niveles del 2019.

Si bien, ahora es muy pronto para poder discutir el futuro de la aviación derivado del conflicto bélico, las aerolíneas podrían enfrentar un aumento en las tasas de interés y precios del combustible de aviación, una posible tercera etapa que afectará a las aerolíneas europeas, principalmente, debido a que Rusia es un importante productor de gas y petróleo. De hecho durante las últimas horas de la invasión, se registró un aumento importante del precio del barril que ha llegado hasta los $100 dólares.

Al momento, aerolíneas nacionales como en Rusia y Urania, principalmente, han dejado sus aviones en tierra, lo que representa importantes pérdidas económicas al no poder realizar vuelos. De acuerdo con datos ofrecidos por la consultora Cirium, identificó 67 aviones de fabricación occidental que se encuentran varados en al menos ocho aeropuertos diferentes dentro de Ucrania. El valor indicativo de estos aviones supera lo $500 millones de dólares.

El patrimonio de las aerolíneas podría haberse afectado por los ataques realizados por los principales aviones de combate. Ya es el caso del mítico Antonov An-225 Mriya que el día de ayer, se tenía una incertidumbre si es que este coloso aún se encontraba intacto. El avión que voló por primera vez a final de la década de 1980, es el más grande del mundo y se utiliza actualmente para cargas extremadamente pesadas. El ataque al Aeropuerto Internacional de Hostomel, significó una afectación directa a una de las empresas más importantes de la región ucraniana como es Antonov Airlines, base principal de esta compañía.

En conclusión y con esta incertidumbre, la aviación europea avanza desviando sus aviones de los espacios aéreos en conflicto. Sin embargo, la apreciación que podría tenerse hasta el momento, es que algunas aerolíneas pudieran sufrir de pérdidas de activos (aviones), durante el conflicto, el dañó a la infraestructura aeroportuaria, el aumento del combustible, las restricciones de vuelo por el conflicto bélico y algunas otras aerolíneas sin repuestos para sus aviones.