Declaran no culpable al Piloto de pruebas del 737 MAX

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Una buena noticia dentro del cochinero que ha salido del problema del 737 MAX por no haber informado correctamente a la FAA sobre los sistemas y las pruebas realizadas. La Corte de Texas encontró no culpable al Piloto de pruebas de Boeing, Mark Forkner, por el fraude relacionado con el programa del Boeing 737 MAX. El fiscal del caso había dicho que Forkner mintió a la autoridad aeronáutica y a los clientes durante el proceso de evaluación del MAX por no informar de los problemas encontrados y que comentó en correos electrónicos internos. Pero ahora el jurado declaró que el Sr. Forkner no es culpable.

Como se recordará, luego de los accidentes del 737 MAX en 2018 y 2019 que lo pusieron en tierra por casi dos años, se realizó una investigación sobre el proceso de certificación del avión, encontrando que el problema provenía del software del nuevo sistema MCAS, del que el Sr. Forkner sabía, pero no lo dio a conocer a la autoridad, para minimizar el costo de entrenamiento de pilotos hacia el nuevo avión.

Luego de la investigación del Departamento de Justicia, Boeing tuvo que pagar cerca de $2500 millones de dólares para evitar cargos criminales, y resultó que el piloto de pruebas Mark Forkner fue el único empleado de Boeing al que le hicieron cargos por el caso, por lo que muchos señalaban que se trataba de un chivo expiatorio tanto de Boeing como de la FAA por haber dado el certificado al avión sin haber realizado todas las pruebas necesarias. En ningún momento se acusaron al entonces Director de Boeing, Dennis Muilenburg, ni a los ingenieros que desarrollaron el avión y sabían del sistema MCAS y no lo informaron a las autoridades para hacer la capacitación más sencilla.

Forkner fue piloto de pruebas de Boeing hasta el 2018, fue parte del proceso de certificación y era el responsable del desarrollo de los materiales de capacitación y manuales para los pilotos. Como la clave para que el avión fuera atractivo para los clientes era minimizar la capacitación de los pilotos para las nuevas versiones del 737 y operarlo con la misma calificación, tomando solamente el curso de diferencias, Boeing no quería que los clientes y las autoridades supieran del MCAS y los cambios que esto implicaba.

El avión tiene una tendencia de elevar el ángulo de ataque debido a los cambios aerodinámicos generados por los nuevos motores más grandes, el objetivo del MCAS era mejorar las características de maniobrabilidad y evitar automáticamente la tendencia a incrementar el ángulo de ataque, manteniendo el avión estable. Pero el sistema y el software tenían problemas que generaron fallas en su funcionamiento, los pilotos del avión de Lion Air accidentado no sabían que existía y cómo reaccionar, por lo que perdieron el control y se estrellaron en el mar.

En el caso del avión de Ethiopian, ya se había dado a conocer la existencia del MCAS y el procedimiento en caso de que se presentara alguna falla, los pilotos siguieron el procedimiento de Boeing y de todas formas terminaron estrellándose, lo que indica que algo estaba mal no solo en el sistema sino en el procedimiento también.

Como el Sr. Forkner sabía de estos problemas y los ocultó a la autoridad para ahorrarle dinero a Boeing y tener la certificación más rápido, se le acusó de fraude por no darlo a conocer, con una sentencia probable de 20 años por cada uno; en cambio, ninguno de los ejecutivos de Boeing fue acusado de nada.

Durante el juicio, los abogados de Forkner refutaron los alegatos de que su cliente había mentido a sus superiores en Boeing sobre el MCAS, ya que fueron los ingenieros y pilotos de Boeing que desarrollaron el MCAS y el avión, quienes no le dieron a Forkner toda la información sobre el sistema. Y finalmente él estaba presionado de no decir demasiado para conservar su trabajo, los responsables de dar a conocer a la FAA la existencia y funcionamiento del MCAS a la FAA era la gente de ingeniería del proyecto 737 MAX.

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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