Donald Trump podría aceptar lujoso Boeing 747-8i de Qatar como Air Force One temporal
Retrasos en nuevos Air Force One llevan a Trump a considerar avión de Qatar… ¿será legal?

Durante su visita a Oriente Medio, prevista para la semana del 12 de mayo de 2025, se espera que el presidente estadounidense, Donald Trump, acepte un Boeing 747-8 BBJ como obsequio de la familia real catarí. La aeronave, valorada en aproximadamente $400 millones, serviría como plataforma aérea presidencial temporal mientras el gobierno estadounidense espera la entrega de sus dos 747-8, muy retrasados, para reemplazar los actuales aviones Air Force One.
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Un regalo de lujo: el Boeing 747-8 VIP de Qatar
El avión en cuestión es un Boeing 747-8 Intercontinental, previamente operado por la familia real de Qatar y registrado como P4-HBJ. Este modelo es conocido por su amplitud y capacidad para vuelos de largo alcance, y ha sido utilizado por diversas figuras de alto perfil debido a su lujo y prestaciones. La aeronave cuenta con múltiples salones, dormitorios, baños, cocinas, una oficina privada y asientos de clase ejecutiva, lo que la convierte en una opción adecuada para funciones presidenciales temporales.
Retrasos en la entrega de los nuevos Air Force One
La decisión de aceptar este avión como solución temporal surge en un contexto de frustración por parte del presidente Trump hacia Boeing, debido a los retrasos y sobrecostos en la entrega de los nuevos aviones Air Force One. Originalmente, se esperaba que estos aviones entraran en servicio en 2024, pero ahora se proyecta que no estarán operativos hasta al menos 2027, lo que ha llevado a buscar alternativas provisionales para garantizar la continuidad de las operaciones presidenciales aéreas.
Controversias legales y éticas
La aceptación de este regalo ha generado debates legales y éticos, particularmente en relación con la Cláusula de Emolumentos de la Constitución de los Estados Unidos, que prohíbe a los funcionarios federales aceptar regalos de gobiernos extranjeros sin la aprobación del Congreso. Aunque la administración Trump ha argumentado que el avión sería donado al Departamento de Defensa y posteriormente transferido a la biblioteca presidencial de Trump, críticos de diversas corrientes políticas han expresado preocupaciones sobre la percepción de influencia extranjera y posibles conflictos de interés.
Además de las consideraciones legales, existen desafíos técnicos y financieros asociados con la adaptación del Boeing 747-8 VIP a los estándares de seguridad y comunicación requeridos para un avión presidencial. Expertos señalan que las modificaciones necesarias podrían costar cientos de millones de dólares, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad económica de esta solución temporal.