Durante el descenso, fallan ambos motores de un Boeing 787 de Jetstar

Pareciera que a la empresa estadounidense Boeing se le acumulan los problemas, en esta ocasión, un Boeing 787-8 de la aerolínea australiana Jetstar Airways tuvo problemas en ambos motores antes de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Kansai, en Osaka.

Se trata de un Dreamliner matrícula VH-VKJ que opera desde el año 2015 para la compañía y es impulsado por motores General Electric GEnx-1B. La aeronave partió de Cairns el 29 de marzo, fue entonces alrededor de las 18:5LT, mientras descendía a 16,000 pies, que las lecturas indicadas del motor derecho se tornaron inestables justo antes de que los pilotos vieran variaciones en la velocidad.

De acuerdo con la Junta de Seguridad del Transporte de Japón, informó a través de un boletín preliminar, que el empuje del motor de la izquierda disminuyó temporalmente sin razón aparente y el motor derecho se comportó de igual manera.

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El avión pudo aterrizar sin complicaciones en su destino, sin embargo, el Ministerio de Transporte japonés catalogó el hecho con un incidente grave. Mientras tanto, el avión actualmente permanece en Osaka mientras se realizan investigaciones sobre el caso y las reparaciones que pudieran surgir.

Sin embargo, no es la primera vez que se produce una situación similar. El 17 de enero de este mismo año, el Boeing 787-8 Dreamliner de All Nippon Airways (ANA), con matrícula JA825A reportó una doble falla de motor durante el aterrizaje en el aeropuerto de Osaka. 

Fue esta misma compañía la que decidió desafiar al gigante estadounidense al dejar sus aviones de este mismo modelo en tierra en 2013 después de que la tripulación del Boeing 787 realizara un aterrizaje de emergencia al reportar un olor a quemado en la cabina del avión y hallar que una de sus baterías de iones de litio estaba quemada y gravemente dañada. 

Así mismo, dos de los aviones Boeing 787-10 de Singapore Airlines también permanecen en tierra debido a un problema en os álabes del motor Trent 1000 por fatiga de los componentes.

Sin duda, una mala racha para Boeing en lo que va del año, opacando cada vez más la confianza de los clientes.