FAA ordena inspección obligatoria a los motores GE90, nueva directriz de aeronavegabilidad

La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) emitió una nueva directriz de aeronavegabilidad sobre los motores General Electric GE90. Estos turbofán que propulsan a los Boeing 777-300ER, 777-200F y 777-200LR habían venido presentando problemas de fallas no contenidas en la turbina de alta presión. El 20 de octubre de 2019, un Boeing 777-300ER de Thai Airways se disponía a despegar de la pista 01L (izquierda) en Bangkok, Tailandia, cuando el motor izquierdo presentó la falla y obligó a la tripulación a abortar el despegue.

En la directriz de aeronavegabilidad, la FAA solicita que se hagan diagnósticos iniciales y repetitivos con ultrasonido del sello del rotor de la turbina de alta presión (HPT interstage rotor seal). Dependiendo de los resultados, deberá reemplazarse el sello por una parte nueva. Adicionalmente, en la siguiente inspección programada de cada motor, deberá desmontarse el sello del rotor obligatoriamente.

La AD entra en vigor el 27 de mayo y la FAA explicó que posteriormente a la inspección inicial con ultrasonido, el proceso deberá repetirse cada 100 ciclos (despegue y aterrizaje) hasta que el motor sea reparado, momento en el cual es obligatorio desmontar y reemplazar el sello. La investigación de las fallas en la turbina de alta presión aún no ha finalizado. La directriz emitida es una medida de precaución mientras se haya la causa raíz del problema y se emiten nuevas medidas.

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Por último, la FAA estima en la AD que el costo de cada escaneo con ultrasonido es de $170 dólares, por la mano de obra, teniendo en cuenta que se debería contar con el equipo. Por su parte, el reemplazo del sello en mención podría costar casi $550.000 dólares, sumando el costo de la parte a reponer y la mano de obra requerida para la tarea.