¿La AFAC hará que las aerolíneas pierdan la temporada alta…otra vez?

La temporada de verano 2022, que promete ser la mejor temporada de viaje desde que comenzó la pandemia por COVID-19 está prácticamente a la vuelta de la esquina. Todas las aerolíneas a nivel mundial se encuentran calentando motores, contratando personal y sacándole brillo a los cubiertos finos, en preparación del festín que será para la industria y sus promesas de recuperación. 

En México este es también el caso, pero, desafortunadamente, gracias a la incompetencia del gobierno en turno, será mucho más modesto que sus contrapartes en los Estados Unidos. Esto es porque hace casi ya un año que México se volvió a encontrar desnudo en materia aeronáutica; lo anterior costó a México la degradación de la Categoría 1 en materia de seguridad aeronáutica que entrega la Administración Federal de Aviación (FAA) en los Estados Unidos. 

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Un año y el pozo está seco. Todos los días el primer mandatario (con minúsculas) nos agracia con su presencia en la televisión, donde el señor tiene a bien platicarnos de un sinfín de situaciones que a su parecer le causan inquietud o son de importancia para el pueblo de México. Sin embargo, durante estos meses, no se ha mencionado ni por error un resultado concreto al respecto de recuperar esta importante certificación internacional.

Han sido casi 12 meses en los que no se ha hablado de cómo darle aire a nuestra industria aeronáutica; no se ha planteado una estrategia en concreto para que pueda competir de una manera más justa contra sus contrapartes estadounidenses. No se ha aclarado cómo las líneas aéreas de México podrán disfrutar también de las mieles que este verano prometen. 

 Fue en mayo de 2021, cuando después de verificaciones exhaustivas la FAA determinó que la recién creada Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) -que reemplazó a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC)- no tenía los elementos ni el personal suficiente para administrar de manera segura los aeropuertos y el espacio aéreo mexicano.  

Gracias a la austeridad del gobierno, la AFAC se encontraba operando con el personal más mínimo posible para sus labores. Esto a su vez, dejó a la autoridad sin la capacidad de entrenar, verificar y simplemente operar de manera eficiente los aeropuertos. Los inspectores de reciente ingreso no contaban con carreras afines a la industria y no tenían conocimiento del medio ni de las labores que debían desempeñar.  

Lo triste se convierte en cómico. El señor Presidente se ha especializado en criticar a la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa. Recordemos que, durante el sexenio de Calderón, México se vio involucrado en una situación similar. El 30 de julio del 2010, la autoridad mexicana perdió la Categoría 1 lo que implicó un costo muy alto para la industria.

El gobierno de Calderón, el cual ha sido desdeñado por el actual mandatario, se puso a trabajar con sus contrapartes en los Estados Unidos desde el primer momento. Fue así que el 2 de diciembre de ese mismo año, sólo cinco meses más tarde, México estaba de vuelta en la Categoría 1. La recuperación llegó justo a tiempo para la temporada de vacaciones de invierno 2010-2011. 

Estamos a fines de abril de 2022, casi un año ha pasado desde que México fue degradado de nueva cuenta y es fecha en la que no queda claro cuándo volverá la preciada Categoría 1. Mientras tanto, nuestras aerolíneas siguen sin poder disfrutar de los beneficios de tener esta certificación. Y eso no es cualquier cosa, pues a causa de la pérdida de la Categoría 1, las aerolíneas nacionales llevan un año sin poder abrir nuevas rutas hacia los Estados Unidos o expandir las frecuencias con las que ya cuentan. 

En contraparte las líneas aéreas estadounidenses, si pueden -y lo están haciendo- expandir y aumentar sus itinerarios a modo y sin consecuencia alguna. Para muestra el aumento de vuelos desde EE. UU., a Cancún, que además dio la sorpresa de posicionarse en el lugar 10 de los aeropuertos más transitados en el mundo para el 2021.  

Para poder tener boca para criticar, hay que tener “los pelos de la burra en la mano” como se dice coloquialmente en México; en otras palabras, hay que tener la razón de nuestro lado al criticar. Medio año tardó la administración de Felipe Calderón en arreglar sus errores. Y a un año casi de la pérdida de la categoría 1, la pregunta es la siguiente: ¿Necesitamos una silla más cómoda para continuar esperando a recuperarla? ¿Se irá otro verano entre los dedos de nuestras lastimadas aerolíneas nacionales? Ya el señor alguna mañana, nos lo dirá.