La aviación mexicana es tan mala como la selección de futbol
Las alarmas se ejecutan y no se discriminan”…
Algunos recordarán esta frase del film argentino Whisky Romeo Zulu del año 2004, dirigida y protagonizada por Enrique Piñeyro, quien a través de la pantalla grande, creo un escenario de testimonios y experiencias de lo que fue trabajar para Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA).
En el 2012 tuve el placer de entrevistar al creador de esa película, que durante dos horas charlamos sobre los entonces problemas que enfrentaban las aerolíneas (en particular Latinoamericanas) careciendo de garantías laborales, experimentando malos manejos administrativos y operativos.
Mi percepción es clara, de que en la aviación mexicana carece de grandes virtudes que en otros países ya se están “ejecutando y no discriminando”. A casi cinco años de esa entrevista, el panorama ha cambiado y para mal, como dicen: “estábamos mejor cuando estábamos peor”.
¿Qué garantías laborales existe en la aviación mexicana?
Pocas, si bien hace un par de semanas Francisco Eduardo Gómez Ortígoza, secretario de asuntos técnicos de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), reveló su preocupación por la falta de pilotos que habrá dentro de cuatro años, aunado a la migración de éstos a otros países, queda claro que el panorama laboral es deprimente.
En este sentido las aerolíneas juegan un papel fundamental pero, ¿qué tan comprometidos están con sus empleados? Según un estudio relevado recientemente por la revista británica The Economist, México es el país latinoamericano donde los trabajadores ganan menos; a la par de las estadísticas deprimentes que fueron arrojadas también recientemente por Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) donde los 57.1 millones de trabajadores en nuestro país, tan sólo el 1.7% de la población tiene un sueldo igual o mayor a 20 mil pesos, un poco más de mil dólares al mes.
Si bien un piloto gana más de 20 mil pesos al mes, en la ejecutiva, privada, comercial o militar en México, no es equiparable a las condiciones laborales al otro lado del mundo, donde precisamente los pilotos prefieren volar.
Si partimos del hecho que en otros países como en China, el salario de un Primer Oficial, durante el primer año de trabajo ronda entre los 14 mil dólares, aquí en México, un Primer Oficial en las mismas condiciones de responsabilidades, gana escasos 2 mil dólares y volando el mismo equipo.
¿Quién defiende los intereses laborales del piloto?
La verdad es que no hay mucho para donde hacerse… Hace un par de semanas despidieron a 10 pilotos de la ‘low cost’ Volaris, los aviadores exigieron mejores condiciones salariales, pero prefirieron eliminarlos, por eso de la “grilla laboral”.
Si bien los sindicatos fueron creados para erradicar abusos por parte del patrón hacia sus trabajadores así como velar por las condiciones laborales; cuando estos se convierten en plataformas políticas, intereses personales y compadrazgo, el beneficio para el trabajador desaparece.
Durante años ASPA ha funcionado de esa manera, y ahora sufre de un debilitamiento sindical a consecuencia del haber velado durante tantos años por los intereses personales de los caciques al frente de la asociación, así como de los intereses de las aerolíneas “compadres” de este gremio.
Es verdad que las aerolíneas de “nuevo ingreso”, no quieren sindicatos, ya que la historia les ha demostrado que son y serán un lastre para el crecimiento de la misma.
Por ello creo fielmente que ahora el sindicato y algunas compañías se metieron varios autogoles, al no aceptar a tan talentosos pilotos… Esos que les dicen “de la calle”; ahora a vivir la goliza de errores que durante años imperó.
Y a los queridos aviadores mexicanos en otros países, felicidades por la decisión, porque aquí el papel que juega el sindicato y las aerolíneas, es el mismo que vimos en el partido México – Chile durante la Copa América, puras tristezas y muchas “pinches” penas.
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