La historia del mítico Fokker F-28 5-T-20, “Islas Malvinas”

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Como ya habíamos escrito en Transponder 1200, la guerra de las Malvinas fue una batalla entre Argentina y el Reino Unido desatado en 1982, disputando la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, ubicadas en el Atlántico Sur. En esta ocasión redactamos la historia de una aeronave especial y cómo se le logró salvar del desguace.

En 1979, la Armada Argentina, adquiere 3 aviones Fokker: un 5T10 para pasajeros y un 5T10 junto con un 5T20 para carga. La adquisición fue para sustituir a los Douglas DC-3 con los que contaban, unos verdaderos veteranos.

El Fokker F-28 5-T-20, “Islas Malvinas”, fue adherido a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil. Es entonces el 1 de abril de 1982 cuando debe entrar a la batalla, por lo que es despojado de sus asientos. El avión se había convertido en un avión sanitario, ya que se le habían agregado 18 camillas y fue escondido en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS).

La tripulación de ese primer vuelo fue: el Capitán de Corbeta Rubén Gómez, el copiloto Teniente de Navío Juan Schmidt, el Mecánico Suboficial Segundo Juan Ramón Fossati y sus ayudantes, el Suboficial Segundo Carlos Guntín y el Cabo Segundo Jorge Carnero. El Teniente de Fragata Antonio Urbano era el tercer piloto.

Es entonces cuando se les ordena volar al sur y al llegar a la base Espora, recogieron a dos médicos y enfermeros, y a la tarde llegaron a Río Grande. En la madrugada del 2 de abril les dieron la orden de ir a las Malvinas a recoger heridos, puesto que estas ya se habían recuperado. 

A las 10 de la mañana inicia el vuelo y al llegar a Puerto Argentino son recibidos por disparos enemigos, tuvieron que casi agotar el combustible dando vueltas mientras eran autorizados a aterrizar.

Al ser un avión sanitario, trasladaron heridos de nueva cuenta a Argentina, incluyendo el cuerpo envuelto en una bandera nacional, del Capitán Pedro Giacchino, el primer caído de la contienda. También fue llevado de vuelta el Cabo Ernesto Urbina, enfermero de la patrulla de Giacchino que se encontraba seriamente herido.

A partir de ese día, el avión era utilizado para llevar distintas cargas, desde municiones, tambores de combustible para los vehículos, hasta personal de la armada. Su participación en la batalla termina el 11 de junio de ese mismo año y aunque siguió en operaciones, se le retira de servicio en 2008. Queda varado en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini (EZE) comúnmente llamado Aeropuerto de Ezeiza por estar en ese municipio.

12 años pasaron y el Fokker 28 sufrió un deterioro significativo. Es entonces cuando la armada le cede el avión al Museo Nacional de Malvinas (MUNAM) situado en la ciudad cordobesa de Olivas. El Fundador y actual Director del MUNAM, Gabriel Fioni, expresó:

Nos dijo que era uno de los dos F-28 que operó en Malvinas, nos dio la matrícula y empezamos a investigar con asesores nuestros. Hablé con el capitán de navío Juan José Membrana, que fue piloto de Tracker en 1982, y empezamos a recibir documentación, fotografías. El avión todavía tiene los colores originales, con algunos cambios. Necesita una lavada de cara, porque lleva 15 años sin volar. Está bastante completo en su interior. La idea del museo, con la campaña que estamos realizando, y que ojalá se nacionalice porque Malvinas nos atañe a todos, es poder reunir el dinero necesario para desamarlo, transportarlo y armarlo aquí, en Oliva”.

Pero, el avión estaba en Ezeiza y había que trasladarlo a Olivas, por lo que Fioni inicia una colecta para el traslado de la aeronave. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), les dio como fecha límite el 30 de octubre para poder llevárselo.

Como se trata del segundo avión que aterrizó en las Malvinas ese 2 de abril de 1982, cientos de personas aportaron dinero y recursos para lograr el cometido. Entre las personas que ayudaron a su traslado encontramos a Matías Villamayor, el dueño de una empresa de grúas que cedió maquinaria y personal de forma gratuita. Aerolíneas Argentinas, prestó grúas y equipamiento, además de lavar la nave. También los de Expreso Lancioni, llevaron las distintas piezas a Córdoba.

Es el 29 de abril del 2023 cuando llega al MUNAM, en medio de un ambiente de fiesta y celebración. La aeronave es armada y lista para que el 2 de abril se hiciera su gran presentación. 

Relata Fioni lo ocurrido el 2 de abril:

El acto fue muy emotivo. Estuvieron los Bomberos Voluntarios, que bautizaron el avión con agua. Nosotros tapamos la escalera con una bandera y ellos la descubrieron. Subió primero la esposa del soldado Galíndez; después, Urbina, Cantelle y Fossati, que viajaron en el avión”.

Milton Galíndez fue un soldado que era de Olivas y falleció después de la guerra, pero que también fue uno de los pasajeros de la nave. Esto enorgulleció más a la gente de Olivas.

Juan Ramón Fossati, suboficial segundo de la Armada, donó en el evento la chamarra que ocupó durante las 4,500 horas de vuelo que realizó durante su vida operativa en la Armada.

Ahora descansa ya, el avión héroe de las Malvinas, en el MUNAM junto con sus ilustres compañeros: un Augusta, un Puma, un Canberra, un Pucará, y hasta el Dagger C415. Puede ser visitado y recorrido como parte de la exhibición.

Fotos: Rob Schleiffert | Infobae | @Rubio_lucass

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    By: Pamela Croker

    Médico Cirujano de carrera y chef de vocación. Siempre apasionada de la aviación.

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