La pista no está libre, ¿despegará Mexicana del Bienestar?

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Ya sabemos que el gobierno federal sigue empecinado con su idea de crear una nueva aerolínea manejada por la Secretaría de la Defensa, con sede en el Aeropuerto Felipe Ángeles de Santa Lucía (NLU), para operar vuelos regionales, nacionales y eventualmente internacionales, para pasajeros y carga, en competencia (¿desleal?) hacia las actuales aerolíneas mexicanas. Por instrucciones del presidente López Obrador, pretendían comprarles a los ex empleados de Mexicana de Aviación el nombre, para hacer resurgir la marca que todavía tiene cierto valor, pero hay escollos hasta para eso.

Por una parte, unos 400 jubilados de la empresa metieron amparos contra la venta de la marca por parte de los empleados (pilotos, sobrecargos, servicios de tierra y demás que se quedaron legalmente con los derechos) ya que pretenden que se pida más dinero para repartir, siendo que el gobierno ofreció $800 millones de pesos por la marca y activos de la empresa a 13 años de cerrar sus operaciones. El gobierno y la SEDENA no quieren dar más, con cierta razón, ya es bastante generosa la oferta para una empresa en ese estado. El mismo presidente ya sentenció que si no se desisten, no comprará la empresa, sino que buscarán otra razón social y se quedarán sin nada.

Se les dio un mes más para cambiar su postura, han sido “asesorados” por abogados que vieron la oportunidad de sacar sus ventajas, pero podrían causarles más daños que otra cosa si insisten en mantener su posición. Pero mientras no haya acuerdo, la empresa no tiene ni nombre, ni registro ni nada para comenzar.

Mientras tanto, el General Luis Crescencio Sandoval y su gente están molestos con lo que está pasando, porque la promesa del presidente es que la aerolínea comience a operar antes de fin de año y tienen el tiempo encima, así que por ellos que no se pague nada a los ex empleados por el nombre de “Mexicana de Aviación” y mejor crean otra empresa. Pero necesitan apresurarse porque no tienen todavía la empresa creada para poder hacer todos los trámites necesarios.

Y es que hasta el momento solamente tienen nombrado al director general, pero no hay todavía plan de negocios ni equipo de trabajo. La idea es arrancar con 10 aviones, pero no hay todavía definido si de verdad serán los 10 aviones, en qué periodo de tiempo, rutas, servicios, tarifas, etc., para integrar el plan de negocio y lograr todas las autorizaciones necesarias.

Aquí viene otro de los problemas: la SEDENA cuenta con un capital de $100 millones de dólares para invertir en la nueva aerolínea, ya platicaron con Boeing y esta les ofrece 10 aviones 737-800, no se sabe si nuevos o usados, para los que necesitan que una arrendadora los apoye, porque su capital difícilmente alcanzará para un par de aviones. O si más bien les ofreció algunos 737-8 MAX de los que tiene todavía almacenados, el costo sería aún mayor por avión. Siendo aerolínea nueva no todas las arrendadoras van a querer entrar al negocio o van a cobrar una cuota alta por el riesgo.

Pero suponiendo que consiguieran el financiamiento, esos aviones tienen una capacidad que varía entre 160 y 189 pasajeros, dependiendo de la configuración y si van a tener Clase de Negocios o no, hay algunas rutas que pueden dar para un avión de esa capacidad desde el AIFA, pero no todas. Y si, como dijo el presidente que no entiende nada de negocios, pretenden cubrir rutas regionales que nadie más tenga, son aviones demasiado grandes. Más bien requerirían de jets regionales tipo Embraer 190.

Y además de los aviones, se requiere de una gran cantidad de equipos de apoyo en tierra y para el área de mantenimiento incluyendo refacciones, por lo que se ve muy complicado que con un presupuesto de 100 millones de dólares puedan realmente arrancar una aerolínea como pretenden. Y falta toda la capacitación para la gente, tripulaciones, técnicos de mantenimiento, personal de tierra, personal de atención y ventas que deben manejar el sistema de reservaciones y despacho de vuelos, etc. Y todavía falta sumar el pago por Mexicana de Aviación si finalmente se concreta.

Por si les faltara algo, tienen solo 7 meses más en el año para poder iniciar y necesitan desde su Certificado de Operador Aéreo (AOC), autorización de talleres, autorización de AFAC de todos los empleados que requieren licencias, luego de la capacitación; autorizaciones de los aeropuertos, slots para sus operaciones, sobre todo en aeropuertos de mucho tráfico y un largo etcétera.

Por si faltara algo para seguir quedando mal con la sociedad mexicana y quienes podrían ser sus clientes, la Sedena tuvo la grandiosa idea de tomar el control del Aeropuerto del Norte, de Monterrey, con miras a operar ahí y no pagar los altos costos que tiene el aeropuerto Mariano Escobedo (MTY). Pero el aeropuerto, administrado por particulares desde hace 30 años en que se pasaron las operaciones comerciales al nuevo aeropuerto, tiene solamente operaciones de aviones privados y una pista de 1800 metros, no apta para aviones comerciales, requeriría una ampliación para tener 3,000 metros de longitud y no tener restricciones para los aviones que pretenden operar.

¿Así o más ineptos los de la T de 4a? Como siempre quieren cumplirle los caprichos al viejito que habita el palacio nacional, así que quieren saltarse las trancas para echar a andar una aerolínea sin presupuesto adecuado, sin plan de negocios, sin las certificaciones necesarias, pensando seguramente que la AFAC (hoy vigilada de cerca por la FAA) podrá cumplirles sus caprichos de autorizar todo al vapor, con tal de iniciar operaciones antes de fin de año. Así estarán destinados al fracaso absoluto, como el aeropuerto sin pasajeros, la refinería que no refina y el tren que se descarrila solo.

Las fuerzas armadas no son la organización adecuada para administrar este tipo de proyectos en que las cosas no salen por órdenes superiores. Necesitarían mucha gente con experiencia en el sector, más tiempo y más presupuesto para hacer algo que tuviera alguna oportunidad de tener éxito y no funcionar con subsidios por capricho presidencial.

Así que la pista no está libre para el despegue, el tiempo se les viene encima, hay problemas con la compra de la marca, con el plan, con las certificaciones y con todo lo necesario para operar una aerolínea comercial. ¿Despegará Mexicana de Aviación nuevamente? Aunque no imposible, se ve muy complicado. Y aunque lo logre, no se le ve un futuro brillante por delante, en cuanto se acaben los apoyos gubernamentales no parece que será viable.

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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