Mala decisión: La historia del accidente del vuelo 3378 de Hapag-Lloyd

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El 13 de julio de 2000, el vuelo HF3378 de la aerolínea turística alemana Hapag-Lloyd Flug se accidentó al aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Viena (VIE) con 143 pasajeros y 8 tripulantes a bordo. El avión era el Airbus A310-300 matrícula D-AHLB, que desafortunadamente quedó dañado más allá de lo económicamente viable para ser reparado y ahí terminó sus días.

El vuelo se originó en Chania (CHQ), Grecia, a las 09:00LT (GMT+3) y tenía como destino Hannover (HAJ), Alemania; al mando iba el Capitán Wolfgang Arminger. Al momento del despegue en Chania, la tripulación se dio cuenta de que había un problema con el tren de aterrizaje y luego de varios intentos para tratar de solucionarlo, se dieron cuenta de que no lo podrían subir.

Pero en lugar de realizar un patrón de espera para quemar combustible y aterrizar de nuevo en el aeropuerto de origen para ser revisado, el Capitán Arminger decidió continuar el vuelo con el tren de aterrizaje extendido hasta Múnich, en donde los pasajeros podrían ser transferidos a otro vuelo o avión para llegar a su destino. Sin embargo, los pilotos se dieron cuenta de que tampoco podrían llegar a Múnich por el exceso en consumo de combustible con el tren abajo, por lo que se ordenó una diversión a Viena, Austria.

A las 11:01LT (GMT+2) se iluminó en la cabina la alerta de bajo nivel de combustible y el Primer Oficial (FO) urgió al Capitán a declararse en emergencia, pero este tardó todavía seis valiosos minutos y aún dijo que no requería servicios de emergencia porque llegarían hasta la pista. También podía haberse desviado a Zagreb (ZAG) o Graz (GRZ). a menor distancia, pero no lo hizo. Las decisiones se tomaron tarde y a 12 millas náuticas (22 kilómetros) de la pista, ambos motores se apagaron por falta de combustible; lograron rearrancarlos brevemente y después planear hacia el aeropuerto, se quedaron cortos por unos 500 metros.

La punta de la semiala izquierda y el tren de aterrizaje izquierdo impactaron en un área de hierba, pasaron por encima de las luces de aproximación y la antena del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS), y finalmente se detuvieron entre dos calles de rodaje (taxiway) a la izquierda de la pista de aterrizaje. Todos los pasajeros pudieron evacuar el avión, pero 26 de ellos tuvieron algún tipo de heridas menores durante el proceso y fueron llevados para atención médica.

Aunque el Capitán Arminger fue considerado inicialmente un héroe por lograr llevar su avión hasta el aeropuerto y no haber tenido bajas entre los ocupantes, pronto fue muy claro que sus malas decisiones lo llevaron a esa situación y quedó bajo investigación. De acuerdo con la investigación de la autoridad aeronáutica austriaca, el fallo del tren de aterrizaje fue provocado por una tuerca de 10 milímetros mal apretada que impidió la retracción completa del tren.

Pero la tripulación falló en la gestión de un error técnico menor que llevó al avión a un fallo general que puso en peligro el vuelo por falta de combustible. La tripulación se equivocó en la reserva de combustible por carga de trabajo y estrés, por lo que se calcularon únicamente con información del FMS (Flight Management System) pero no considerando que volaban con el tren desplegado. El Capitán se equivocó también al no desviarse a tiempo a Zagreb (ZAG) tras recibir la advertencia de combustible bajo por estar concentrado en el plan establecido.

Además, la aerolínea les dio información insuficiente relativa a la lista de comprobación (check-list) para “indicación anormal de tren de aterrizaje replegado” así como una inadecuada revisión de los requisitos de combustible. Seis meses después del accidente, el Capitán Arminger se retiró voluntariamente de Hapag-Lloyd, pero en 2004 un juzgado de Hannover lo acusó de “interferencia peligrosa del tráfico aéreo”, argumentando que había puesto en peligro otras vidas por no desviarse a Zagreb.

Fue condenado a seis meses de prisión que quedaron en suspenso. La aerolínea operó varios años cambiando de nombre a Hapagfly en 2005 y en enero de 2007, se fusionó con Hapag-Lloyd Express y formaron TUIfly, que es hoy una de las aerolíneas turísticas de vuelos regulares y chárter más conocidas en Europa.

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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