México sigue en la Categoría 2 y la AFAC con un equipo de incapaces

Ha transcurrido ya año y medio meses desde que México fue degradado a Categoría 2 por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, luego de una auditoría para verificar la operación de la autoridad aeronáutica del país que obviamente reprobó miserablemente las evaluaciones realizadas, con la consecuencia del perjuicio para el país y la industria aérea nacional por los efectos de la degradación.

Justo cuando se da la recuperación del mercado de viajes internacionales, nuestras aerolíneas no pueden crecer en el mercado más grande e importante para el turismo de México, dado que las fallas no fueron de las aerolíneas, la autoridad norteamericana les respeta los derechos a volar en las rutas previamente autorizadas y sin hacer cambios de equipos ni aumentar vuelos. Así que no tienen posibilidad de crecer sus rutas, sus vuelos ni su capacidad más allá de lo que tenían autorizado previo a la degradación.

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Peor todavía, todos sus aviones nuevos no pueden volar a EE.UU., porque no fueron autorizados previamente, así que por absurdo que parezca, los aviones nuevos no pueden usarse en vuelos hacia allá. Pero las aerolíneas estadounidenses sí pueden crecer su mercado hacia México, principalmente hacia destinos turísticos de alta demanda, por lo que el perjuicio es a nuestras aerolíneas únicamente.

Los funcionarios se la han pasado afirmando que se va a regresar a Categoría 1 en tal o cual fecha, cuando es obvio que esto no se cumplirá, solamente lo hacen como para hacer creer que están trabajando en solucionar los problemas. Pero como ha sucedido con casi todo en el gobierno de la 4T, todo son mentiras y la realidad más temprano que tarde les estalla en la mano. Y la AFAC no es la excepción, pues en la revisión más reciente de la FAA para ver avances, resultó que encontraron más fallas y pasaron de 28 a 39 problemas encontrados. Lo dicho, van de mal en peor.

De acuerdo con el informe de la FAA, el problema principal se concentra en las licencias, certificaciones y obligaciones de aprobación, así como problemas en operaciones y aeronavegabilidad, en donde la FAA afirma que México no aplica sus propios requisitos y reglamentos de aeronavegabilidad. Y como prueba mostraron que la AFAC dio la aeronavegabilidad a unos aviones Let L-410 que cumplen con los requisitos de la República Checa, pero no hubo pruebas objetivas para comprobar que los aviones cumplieran con los requisitos de registro en México.

Y esto se deriva de la falta de personal capacitado en la AFAC para cumplir con sus funciones de supervisión, y el fracaso de la AFAC para retener al personal contratado, básicamente es porque ofrece sueldos muy bajos para la responsabilidad y formación profesional que se requiere, y esto es algo que se les dijo desde el principio. Y es que uno de los problemas de este gobierno es ese “ahorro” mal entendido por tener bajos sueldos y beneficios a personal especializado, lo único que generan es una alta rotación, conforme los capacitan consiguen mejores ofertas laborales y se van, por lo que la AFAC no logra tener el personal necesario. Y esto lo recalcó nuevamente la FAA en su más reciente informe.

Para agravar las cosas, la AFAC no tiene estudios para determinar el número de empleados que requiere en cada área para cumplir las funciones ni tiene el presupuesto (otra vez la mal entendida “austeridad”) para llevar a cabo su trabajo de supervisión con las aerolíneas y talleres de mantenimiento. Hoy en día siguen sin tener el personal necesario y capacitado para verificar las aeronaves que tienen permisos para operar en el país.

De acuerdo con el informe de la FAA, la AFAC no ha podido verificar el cumplimiento técnico de las aerolíneas MAS, el grupo Aeroméxico y Viva Aerobus. Pero entre otras cosas, autorizó el uso de la “bolsa electrónica de vuelo” que facilita las operaciones sin papeles a bordo para los nuevos Airbus A330 de la aerolínea de carga, así como aceptar operaciones de alto nivel en el espacio aéreo del Atlántico Norte, sin una evaluación de la aeronavegabilidad de la configuración de la aeronave para el equipo utilizado. Tampoco ha logrado garantizar que el proceso de certificación de los aviones de Viva Aerobus esté completa, ni cuenta con un sistema integral para garantizar que se cumplan los requisitos para los certificados de aeronavegabilidad y operaciones para los aviones de Aeroméxico y Aeroméxico Connect.

Incluso en estas últimas aerolíneas, autorizaron a los tripulantes de cabina a utilizar una “bolsa de vuelo electrónica” para sus funciones, consistente en una tableta electrónica, sin que hubiera una orientación técnica de la AFAC para la aplicación, evaluación de aeronavegabilidad y proceso de aprobación; es decir, autorizan sin tener la menor idea de si las cosas operan adecuadamente por no tener gente calificada para realizar las funciones.

Nuevamente, un lugar tan delicado como la autoridad de aviación del país, no puede tener improvisados, que es a lo que se dedican en el gobierno de la 4T. Pero si esto tiene consecuencias en lugares de poca importancia, en algo tan complejo y en donde se requiere tanta preparación y experiencia como la aviación, no se puede jugar porque va la seguridad de por medio. Y en las evaluaciones internacionales no podrán salir bien parados. Pero esto es consecuencia de que el mismo presidente es un improvisado que cree que sacar petróleo no tiene ciencia y que cualquiera puede hacer carreteras que se destruyen solas en unos meses, o vías del ferrocarril que quedan inservibles al paso del primer tren. O un aeropuerto a capricho que el público (que no las aerolíneas) no quiere utilizar, o la reorganización del espacio aéreo hecha por improvisados para abrir espacio al aeropuerto de capricho a costa de la seguridad.

El gobierno del tan odiado por el presidente actual, Felipe Calderón, tuvo un problema similar también por falta de personal suficiente en la entonces Dirección General de Aeronáutica Civil, pero se tomaron pronto las decisiones requeridas y en poco más de 6 meses México recuperó la Categoría 1. Pero ahora llevamos año y medio y no se sabe si al cumplir 2 años degradados habrá siquiera esperanza de salir de ahí pronto, no se pueden creer ya las afirmaciones de los diversos funcionarios que dicen que ya vamos a salir y que todo va de acuerdo a lo solicitado por la FAA. La evidencia está a la vista.

Y si en lugar de presentar mejoras en su operación, cada vez que vienen los inspectores de la FAA encuentran más problemas, no vamos a recuperar la Categoría 1 nunca. Mientras no se tome en serio que para solucionar los problemas se requiere gente preparada y bien capacitada, y que para retenerla se requiere que esté bien pagada o nunca habrá personal suficiente para cumplir las funciones de supervisión de la AFAC, no se podrá tener el nivel adecuado de funcionamiento de una dependencia tan delicada e importante como la autoridad de aviación civil del país, y eso no es en detrimento de operadores extranjeros sino de las aerolíneas nacionales, ni por culpabilidad de la FAA, la OACI o cualquier organismo extranjero, sino por las deficiencias comprobadas que tienen para cumplir con sus funciones de certificación y supervisión como autoridad que son.

¿Será que terminará el sexenio y le heredarán el problema al siguiente gobierno a ver si quiere invertir para darle una solución real? Esperemos que no sea así, por el bien del país, pero la solución no se dará por decreto presidencial, ni porque los militares manejen la AFAC. Se tiene que tener personal capacitado y suficiente para poder cumplir con las tareas de la autoridad que hasta hoy se ha comprobado que no están realizando.