Probable que aerolíneas suspendan actividad en Argentina: IATA

Las restricciones de viaje que ha implementado el Gobierno de Argentina derivado de la pandemia por el COVID-19 afectan gravemente a la industria aérea. Desde el inicio de la crisis sanitaria el país había impuesto fuertes medidas las cuales a finales de junio se intensificaron. La poca flexibilización de Argentina respecto a la apertura de las fronteras mantiene preocupada a la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).

En una nueva ola de restricciones para evitar la entrada de nuevas variantes del COVID-19, el Gobierno de Argentina decretó una reducción al número de pasajeros internacionales que podía entrar a su territorio. La IATA mostró su preocupación por la posibilidad de que los viajeros, principalmente argentinos, quedaran varados. Afortunadamente siguiendo las recomendaciones de la Asociación internacional, Argentina realizó un ajuste en los permisos.

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Sin embargo, hay un punto muy importante que no se puede olvidar: la profunda crisis que están generando para las aerolíneas. El Vicepresidente Regional de la IATA, Peter Cerdá, indicó que, pese a esos intentos, las decisiones unilaterales del gobierno ponen al país en riesgo de aislarse aún más. Sumado a lo anterior, las drásticas medidas ponen a las aerolíneas nacionales en una compleja situación económica.

Sobre la preocupante situación de las aerolíneas que operan en Argentina, el Vicepresidente para Latinoamérica de la IATA, Peter Cerdá, declaró:

Sin que los organismos del gobierno trabajen de manera conjunta con las compañías aéreas es muy probable que más aerolíneas suspendan e incluso abandonen su actividad en Argentina en el corto plazo, impactando la ya mermada conectividad del país con el resto del mundo. Más que para las aerolíneas, el daño es para el país y sus habitantes, muchas personas siguen perdiendo sus fuentes de ingreso, empleos y lo que es peor, la libertad de viajar.”

De acuerdo con algunos medios, la estrepitosa caída de la aviación en Argentina generará importantes pérdidas para la economía de dicho país. Se estima que la cifra podría ascender a $5.91 millones de dólares que la industria deja en el PIB (Producto Interno Bruto) de Argentina. Además, afectaría hasta 43,057 empleos de manera directa e indirecta.