Nella Airlines lamenta suspensión de operaciones de Aeromar
La brasileña Nella Airlines se ha pronunciado oficialmente sobre la suspensión definitiva de operaciones por parte de Aeromar, anunciada el pasado miércoles 15 de febrero. A través de un comunicado en redes sociales, la empresa que incluso formalizó una carta de intención para adquirir la aerolínea regional mexicana, explicó por qué no pudo salvarla de la quiebra, lamentando la situación y ofreció su solidaridad a los empleados.
Según Nella Airlines, el grupo llevaba meses negociando con Aeromar para incorporarse al capital social de la aerolínea regional a través de un aporte de capital necesario para mantenerla en operación, convirtiéndose así en socio inversionista; sin embargo, una de las condiciones exigidas era que la compañía gestionara con los principales acreedores la postergación del plazo para el pago de las deudas, uno de los principales, el gobierno mexicano, que había fijado como fecha límite el 15 de febrero.
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No se obtuvo la postergación, principalmente con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que albergaba la sede corporativa y el hangar de mantenimiento de la aerolínea, además de ser el centro de operaciones y disponer de valiosos slots (horarios de aterrizaje y despegue) en la terminal aérea capitalina; al no haber pago de la deuda, el administrador ordenó la suspensión de los servicios aeroportuarios y elementos de la Secretaría de Marina (SEMAR) para proceder al resguardo de los espacios que pertenecían a Aeromar.
Además, tampoco hubo acuerdo con la estatal Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), que había fijado la misma fecha como plazo para saldar la deuda relacionada con el suministro de combustible, ordenando la suspensión del suministro a la flota de Aeromar, que quedó así imposibilitada de volar. Así, no fue posible concretar la inversión y por ello, según Nella Airlines, el grupo desistió de proceder con la adquisición de la regional mexicana, sellando el destino de la aerolínea después de 35 años de operaciones ininterrumpidas.

La empresa brasileña, dueña de la boliviana Amaszonas Líneas Aéreas y con participación en la venezolana Albatros Airlines, finalizó el comunicado expresando su solidaridad con los 700 empleados que, con la quiebra de Aeromar, quedaron sin empleo. Según estimaciones del gobierno mexicano, la deuda de la aerolínea supera fácilmente los US$200 millones de dólares en impuestos, impago de proveedores y servicios, arrendamiento de aeronaves, así como salarios y prestaciones sociales.