Nuevos Boeing 787 Premium de American, ¿buena estrategia o suicidio?

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Hace unos días se filtró información acerca de que los Boeing 787-9 que American Airlines tiene pendientes de recibir y tendrán una configuración distinta a los que tienen ahora, orientada a los pasajeros premium principalmente. Estos equipos tendrán unos nuevos pods en Business Class con puerta para mayor privacidad, y la mayor parte del avión será para Business y Premium Economy, reduciendo sustancialmente el número de pasajeros transportados.

Crecer de manera importante el número de asientos premium puede sonar arriesgado, ya que tras la pandemia lo que se ha recuperado principalmente es el tráfico de turistas, ya sean vacacionistas o gente visitando familiares y amigos; pero el pasaje de negocios se pronosticaba que tardaría mucho más en recuperarse, sobre todo en rutas largas. American Airlines, además, ha sido criticada constantemente por su baja calidad de servicio en general, aunque siempre ha recibido buenas críticas en su servicio de clases Business y Primera en vuelos largos. Así que su imagen ante el público en general es de una empresa que cumple con la transportación, pero no se puede esperar mucho de ella.

¿Así que hasta dónde es una buena decisión tener aviones con una configuración premium para las rutas largas, dejando de lado a los pasajeros que buscan tarifas promocionales siendo que estos normalmente son más?

No adelantemos conclusiones, en realidad esto requiere un análisis cuidadoso y detallado para cada ruta, pues varía en cada una de ellas incluso por temporada. En general es cierto que hay mucho más pasaje que busca tarifas reducidas y oportunidades para viajar antes que las comodidades de las clases premium que normalmente compran los viajeros de negocios. Pero también es cierto que son las clases premium las que generan las utilidades de las aerolíneas tradicionales.

Los nuevos aviones tendrán 51 pods de clase Business contra los 30 asientos actuales, con un asiento-cama, una gran pantalla para el sistema de entretenimiento, puerta corrediza para mayor privacidad y todas las amenidades que se esperan en esta clase superior. Todo esto va en línea con lo que ofrecen los competidores mejor evaluados en su clase Business en servicios intercontinentales. La clase Premium Economy crecerá de 21 a 32 asientos ya que ha tenido una buena respuesta en general en las aerolíneas, porque ofrece mejor comodidad por un precio no tan elevado como la clase Business.

De acuerdo con la información, los aviones tendrán un total de 41 asientos menos que los actuales que tienen 285, es decir, tendrán 244. De estos, 83 serán de las clases premium, así que quedan 161 de clase económica. Si consideramos que de estos, 3 filas (27 asientos) serán de Main Cabin Extra que tienen un mayor espacio entre filas, serán solamente 134 asientos de Main Cabin que abarcan la sección trasera del avión, en lugar de los 198 que se tienen actualmente.

Si bien un avión con esta configuración podría dejar un ingreso muy bueno por las tarifas que se cobran en las clases premium, teniendo además un costo ligeramente menor por el menor peso del avión, ¿es un buen negocio? Una publicación hecha por el sitio ZDnet critica la decisión de American no por la gran cantidad de asientos premium sino porque dice que hay una mayor desigualdad entre los pasajeros y causará mayor inconformidad con quienes tienen que atravesar la zona premium para llegar a sus asientos tradicionales. Y afirma que con esto American está corriendo a los pasajeros tradicionales. Pero pensamos que esto no tiene ningún sustento.

Finalmente, las aerolíneas evalúan sus mercados y la demanda que en cada uno hay por las distintas clases de servicio que ofrecen, evidentemente estos aviones no se usarán indistintamente para cualquier vuelo del 787-9, serán asignados específicamente para determinadas rutas en donde la demanda por asientos premium lo justifique. American tiene aviones más grandes (777-200ER y 777-300ER) que cuentan la misma cantidad de asientos premium aunque en proporción en el avión son similares a los 787-9 tradicionales, y lo que American ha encontrado, es que hay rutas en donde se venden bien los asientos premium, pero sobran muchos asientos en clase económica, así que no es mala idea ofrecer suficientes asientos premium en un avión menos grande, con costos de operación menores, que optimizará la demanda por clase y los ingresos para la ruta.

Para American no representará ningún problema tener una subflota de Boeing 787-9 premium para asignarse a rutas específicas, después de todo las tripulaciones, mantenimiento y atención en tierra serán los mismos, pero pueden tener un mejor ingreso en estos vuelos. Esto, acompañado por un buen servicio a bordo, puede hacer que American atraiga nuevamente a los pasajeros de negocios no solo en sus vuelos largos, sino también en los vuelos domésticos en donde recientemente se le ha criticado haber metido más asientos con mayor incomodidad y sin sistema de entretenimiento personal, lo cual podría cambiar nuevamente si la demanda lo justifica.

Así que pensamos que sí es una buena idea para American ofrecer producto premium en los mercados en donde la demanda lo justifica, como los vuelos a Londres y otras ciudades europeas, así como vuelos de muy largo alcance, como Tokio y Seúl (cuando la demanda se recupere) así como Australia y Nueva Zelanda.

Foto: Tomás Del Coro

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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