Obras de la SCT deben hacerlas ingenieros y no militares: Jorge Arganis

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El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México, Jorge Arganis Díaz Leal, dijo ayer que ingenieros civiles deberían estar al frente de las obras del gobierno federal a cargo de la SCT, y no ingenieros militares como sucede en varios de los proyectos que se están ejecutando, incluyendo el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya.

El Secretario de Comunicaciones y Transportes hizo el comentario durante la conferencia ‘130 Años de la SCT, 65 años de vivencias’, impartida por el Ing. Daniel Díaz Díaz, y agregó que:

En lo personal, considero muy importante que seamos los profesionales en ingeniería civil quienes la dirijan (a la dependencia) y tengan en sus manos la responsabilidad de guiar su camino. A lo mejor me corren por esto porque ahora están de moda los ingenieros militares”.

Su antecesor al frente de la SCT, Javier Jiménez Espriú, renunció a su cargo después de que el Presidente Andrés López dio el control de las aduanas a los militares, y no estuvo de acuerdo con la decisión del ejecutivo federal.

Con las nuevas disposiciones del Presidente de México en que el Ejército Mexicano se hará cargo del Tren Maya y la Marina del Tren del Istmo. Las Fuerzas Armadas acumulan 27 proyectos civiles encomendados, relacionados con la construcción de infraestructura, seguridad y apoyo a otras dependencias. De acuerdo con el experto en seguridad, Alejandro Hope, la idea de convertir al Ejército en actor empresarial es pésima, no tiene racionalidad económica y su lógica política es peligrosa para el futuro de la democracia.

Además, el martes pasado el Director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, dijo que todos los tramos del tren maya y sus ganancias obtenidas por el transporte de pasajeros y mercancías, serán para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); en teoría para que las pensiones de los militares ya no dependan del erario y evitar así que el ferrocarril se privatice en futuras administraciones federales.

La importancia de todo esto para la industria aeronáutica no es solamente que el Ejército está a cargo de la construcción del aeropuerto civil en Santa Lucía, sino que su operación también estará a cargo de los militares, lo que seguirá sumando a sus actividades en la sociedad en donde su presencia no tiene ninguna necesidad ni lógica. Puede ser incluso un motivo adicional entre los operadores extranjeros, para no volar ahí.

Y de cualquier forma, independientemente de que sea operado por civiles o militares, el aeropuerto no solucionará el problema de saturación del espacio aéreo ya que sí causará conflicto con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. De acuerdo con el proyecto presentado por el ejecutivo federal, el nuevo aeropuerto no tendrá ni la capacidad, ni la conectividad ni las facilidades que se tenían contempladas con el nuevo Aeropuerto de Texcoco. Aunque el costo total de construcción sea menor, un proyecto que no satisface las necesidades para los que supuestamente fue creado no es algo útil ni adecuado. Ni siquiera menos costoso, ya que al sumar los costos de cancelación del otro resulta un proyecto mucho más caro que el original, pero sin ser adecuado para satisfacer las necesidades de la industria aérea nacional, ni para ser la puerta de entrada del país.

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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