¿Por qué le quieren cortar las alas a Aeromar?

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No es un acto de sorpresa y mucho menos el descubrimiento del hilo negro el accionar de los sindicatos mexicanos, donde emanan los personajes más corruptos y siniestros que fracturan los fundamentos básicos del sindicalismo, aprovechando el poder y cobijo de altas esferas para manipular a capricho bienes, personas y dinero.

Los trabajadores se agremiaron para luchar por sus derechos, lo cual era bueno, el problema es que, con el paso de los años, el idealismo de la lucha social se murió y, por el contrario, los líderes dejaron de servir a los trabajadores para ahora sólo servirse a sí mismos”.

Una cita textual de Joaquín Gamboa Pascoe, quien fuera Secretario General de la Confederación de Trabajadores de México, y que extraigo de una editorial anterior (ASSA el incansable lastre en la aviación mexicana) donde comento mi humilde postura sobre los sindicatos, en específico de ASSA.

México ha vivido –por lo menos en los últimos cinco años- buenos tiempos en la industria de la aviación, empresas tractoras, nacionales e internacionales, han invertido en el país y sortean las vicisitudes ante un panorama político y financiero complicado.

Las empresas están urgidas por un cambio ideológico y de estrategia más acorde a los tiempos actuales, donde los sindicatos se han convertido en imperios corruptos y lastres que ya no caben en la estructura organizacional.

Algunos estudios revelan que son los mismos empleados que prefieren no tener el “cobijo” de un gremio, pues las actividades recientes de hechos delictivos y corruptos del sindicalismo nacional, han dejado mal parada a esta estructura social que supuestamente vela por el interés de sus agremiados.

La industria de la aviación no es la excepción, Ricardo del Valle Solares, Secretario General de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA), es y ha sido puesto en la silla del culpable, por un supuesto, pero visible de mal manejo del sindicato y operar bajo los intereses de sus “cuates”, principalmente para la aerolínea bandera de México.

La situación que desde hace tiempo vive Aeromar, una compañía aérea que nació en 1987, podría dejar de surcar los cielos con sus hermosas aeronaves y no precisamente por la severa crisis financiera y de competencia que desde hace tiempo experimenta. El pulpo sindical quiere contraponer las ideologías y confundir la real situación de la empresa.

Como recordarán durante el decimotercer encuentro de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), celebrado en la Ciudad de México, a finales del año pasado, Synergy Group, con sede en Brasil, principal accionista de Avianca Holdings y dueño de Avianca Brasil, anunció el interés de adquirir una participación accionaria del 25% de Aeromar, un acuerdo valorado en más de $100 millones de dólares y el cual está sujeto a la aprobación de las autoridades y al cumplimiento de algunas condiciones.

Uno de esos requisitos, que la empresa Synergy Group que dirige Germán Efromovich, solicitó, fue un natural cambio en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) para hacer más competitiva la operación de la aerolínea, acorde con las necesidades de la industria.

Mucho se decía que la aerolínea Aeromar, sumaría a su flota a finales de este año un nuevo avión, se trataría de un Airbus de la familia A320, con la intención de expandir su nicho de mercado, atender otras operaciones y ser más competitivo; situación que no le gustó al rival.

Ocurrió en 1988 con la quiebra de Aerovías de México y en 2010 con Mexicana de Aviación, duras lecciones de las que aparentemente –por los hechos- no se han aprendido; cometer un error por tercera vez sería un crimen a estas altitudes de la competitividad.

Mientras las aerolíneas y sus CEO’s tengan una clara ideología humanista y de primer mundo, no deberá de haber espacio para el sindicalismo, que cada vez necesita más de las empresas, que las empresas necesitan de ellos.

Espero que esta turbulencia termine para Aeromar y que no sea el principio del fin.

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    By: Roberto Mtz Armendáriz

    Periodista independiente con más de 10 años de experiencia en los medios de comunicación. Ha participado en varios proyectos de casas radiodifusoras como titular de noticieros en FM (Grupo Radiorama) y ha sido Jefe de Información de varios periódicos mexicanos. También, es Piloto Aviador Privado y Oficial de Operaciones de Aeronaves.

    Ciudad de México.

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