¡Por si le faltaba algo! Boeing tiene que pagarle $150 mdd a Embraer

Haber cancelado arbitrariamente el acuerdo para comprarle a Embraer su división comercial les está saliendo caro.

Resumen

• Boeing quería la división de aviones comerciales de Embraer en 2019.
• La crisis financiera provocada por los accidentes del 737 MAX y la pandemia les impidieron llevarla a cabo.
• Ahora tendrán que pagarle una indemnización a Embraer.

El gigante aeroespacial Boeing sigue acumulando problemas y pérdidas por demasiados motivos, la mayoría imputables a ellos, y pareciera que no tienen fin. El sindicato de sus plantas en el Estado de Washington se les acaba de ir a la yugular y ahora se acaba de determinar que deberán pagarle al fabricante brasileño Embraer la cantidad de $150 millones de dólares por concepto de daños, luego de desistirse en 2020 a la compra de su división de aviación comercial.

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Como se recordará, luego de terminar perdiendo el largo pleito con Bombardier y Airbus argumentando que el CSeries, luego Airbus A220, se comercializaba con precios de dumping, lo cual fue finalmente desestimado por las autoridades comerciales de EE.UU., buscó la manera de ser competitivo en el mercado de aviones de alrededor de 100 a 130 asientos, y llegó a un acuerdo con Embraer para comprarle el 80% su división de aviones comerciales, así como ser socio del carguero militar C-390 de los brasileños. Así que Embraer realizó todo un proceso para separar la parte comercial de su negocio y poder hacer la venta a Boeing.

Sin embargo, se vino la pandemia del COVID-19 que, sumado a los fuertes problemas financieros de Boeing impulsados por la puesta en tierra del 737 MAX luego de los dos accidentes fatales, pusieron al fabricante estadounidense en una posición financiera muy complicada. Para poder recibir una ayuda económica de su gobierno era necesario asegurar que dichos recursos no irían a parar a filiales en otros países, por lo que la única manera de lograrlo era desistirse de la compra/fusión de la división comercial de Embraer.

Desistiéndose a la mala

Así que, en abril de 2020, Boeing tomó la decisión de cancelar la compra del 80% de las acciones de Embraer por $4,200 millones de dólares (que no tenía), argumentando que había decidido rescindir el acuerdo porque Embraer no había cumplido con las condiciones necesarias, tratando de esa manera de no pagar penalizaciones. Pero obviamente los brasileños no se iban a quedar de brazos cruzados y demandaron un arbitraje por daños que finalmente les dio la razón y sentenció a Boeing a pagar los $150 mdd por daños. Y les salió barato, porque el mercado esperaba que la compensación fuera de unos $300 mdd.

Embraer ya lo que quería era terminar con este problema, de todas formas ya realizó la reintegración de la parte comercial a la empresa, así que se dio por bien servida. Mejor continuará con el desarrollo de su negocio comercial como estaba planeado y la familia E2 le está dando buenas ventas alrededor del mundo.

Boeing se limitó a comentar en un comunicado que:

Estamos satisfechos de haber concluido el arbitraje con Embraer. En términos generales estamos orgullosos de más de 90 años de asociación con Brasil y seguiremos contribuyendo a la industria aeroespacial brasileña”.

Otra batalla perdida

Pero el gran perdedor, por supuesto, es Boeing, y no nos referimos solamente a los $150 millones que tiene que pagar justo cuando necesita invertir en sus propios proyectos. Sino que ya no tendrá un avión en el segmento de 100 a 130 asientos que les permitiera también negociar compras mayores junto con sus otras familias de aviones, tal y como Airbus está haciendo con el A220, y no tiene posibilidad de regresar a ese segmento en el corto y mediano plazo, así que el negocio será para Airbus y Embraer.

Además, parte del acuerdo era el área de ingeniería de Embraer que les ayudaría a desarrollar nuevos aviones hacia el futuro, ya que su propia área de ingeniería está ocupada con los arreglos a los modelos actuales y la certificación de los modelos pendientes, añadiendo a esto el retiro de una gran cantidad de gente con experiencia, en los próximos años. Muchos analistas se preguntan quién desarrollará en Boeing sus próximos aviones.

La llegada de Kelly Ortberg a la dirección ejecutiva y presidencia de la compañía tiene que hacer frente al desarrollo de productos competitivos que vuelvan a poner a Boeing en la competencia de la aviación internacional. Pero está iniciando de la peor manera con la huelga de los trabajadores de sus plantas de Renton y Everett, y ahora este pago a Embraer, justo cuando más necesitan invertir en su futuro.