Rusia reiniciará la producción del Ilyushin IL-96

La guerra que Vladimir Putin ha iniciado contra Ucrania, ha generado una reacción negativa de la comunidad internacional. Las sanciones económicas impuestas por los gobiernos occidentales han generado un ambiente muy similar al vivido durante la segunda mitad del siglo XX durante la Guerra Fría.

Entre las sanciones, se encuentran los bloqueos de refacciones y mantenimiento a la flota de aviones occidentales que hoy operan en Rusia. En respuesta a estos bloqueos, el gobierno de Vladimir Putin se encuentra considerando incrementar la producción de uno de sus aviones comerciales de la “era Soviética”.

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El Ilyushin IL-96 fue uno de los magnos símbolos de la aviación comercial en la era Soviética y se consideraba, por varios, haber sido inspirado por el Airbus A340, aun cuando su contraparte soviética era mucho más pequeña. Actualmente el jet continua en producción pero muy pausada y solamente el IL-96-400 continua siendo fabricado. Esta es la versión más nueva del jet y cuenta con plantas motrices actualizadas.

El avión se mantiene en producción a solicitud del gobierno de Rusia quien lo opera para vuelos VIP y para sus plataformas de guerra electrónica e inteligencia. Además del gobierno de Rusia, únicamente Cubana de Aviación, la aerolínea bandera de Cuba, opera el IL-96 y ni siquiera en su versión actual, ya que únicamente cuentan con la versión -300 del tetrarreactor.

Sin embargo la situación en Rusia es crítica. Sin la posibilidad de arrendar o comprar aviones nuevos, las compañías rusas deberán acercarse a su viejo caballo de batalla de 4 motores, el cual fue retirado de manera local hace ya varios años. Los motivos de su retiro fueron claros; es un proyecto de hace más de 30 años y con un consumo de combustible desmedido y que no es justificable en la aviación moderna, por los modelos de negocio y las leyes ambientales.

Yuri Borisov, quien es el Viceprimer Ministro de Rusia, indicó que se tendrá que ocupar la producción extra del IL-96 y del Tupolev Tu-214 (basado en la plataforma del Boeing 757) para subsanar las necesidades en el mercado aéreo nacional Ruso y dejar de depender de los fabricantes occidentales, más específicamente con Airbus y Boeing, del que actualmente, uniendo a todas las aerolíneas rusas, tienen más de 500 aviones en servicio.