¿Rusia y China van ahora por un avión supersónico?

Hace 4 años, cuando se realizaban vuelos de pruebas del nuevo bombardero supersónico Tupolev Tu-160, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, comentó que había perspectivas para un nuevo avión supersónico civil, ya que hay personas como políticos y ejecutivos de alto nivel para quienes el tiempo es oro, y por lo tanto pueden tener un avión de estas características a su servicio.

Desde entonces, el consorcio encargado de la aviación de Rusia, United Aircraft Corporation (UAC), comenzó a trabajar en el proyecto supersónico, considerando que de los tiempos en que el Concorde y el Tu-144 realizaron operaciones, al día de hoy, los avances tecnológicos tanto en motores como en compuestos de carbono que los hacen más resistentes y ligeros, hay una viabilidad para operar este tipo de aviones de una manera económica.

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Pero a pesar de que el director de Aeroflot en ese entonces comentó que les gustaría tener nuevamente un avión supersónico, el proyecto de Tupolev no es para un avión comercial de gran capacidad, sino que sería para 30 a 50 pasajeros, de acuerdo con los primeros detalles que se dieron a conocer. El avión tendría una velocidad máxima de Mach 2 (el doble de la velocidad del sonido) y un alcance de hasta 8,000 km. Pero dado que su operación, con todo y los avances, es mucho más costosa que un avión convencional, no es un avión para cualquiera, por eso apuntan más al mercado de aviones ejecutivos.

Claro que todo esto sucedió antes de la invasión de Rusia a Ucrania que derivó en sanciones económicas de los países occidentales y que tienen en jaque la economía rusa, además de que ya no pueden trabajar ni depender de proveedores occidentales, lo que complica las cosas para el equipo de desarrollo de Rusia. Aún así, el gobierno de Putin afirmó que los planes se mantienen para este avión.

Y ahora sale a la luz que para el desarrollo, Rusia está recibiendo ayuda de China, ya que se creó un proyecto internacional bilateral que recibió fondos de la Fundación Rusa para la Ciencia y está trabajando con el Centro de Investigación Aerodinámica de China (CARDC), para desarrollar en conjunto un ala para un avión supersónico civil, haciendo un enfoque especial en la acústica, buscando menores restricciones para volar a mayor velocidad del sonido sobre tierra.

Esto es uno de los puntos más importantes, al igual que ha pasado con Boom Supersonic, ya que si se logra minimizar el boom supersónico, el avión podría volar sobre tierra a altas velocidades, reduciendo los tiempos de vuelo también sobre áreas pobladas. Así que actualmente se desarrolla un modelo denominado “piano de cola” que esperan probar en las cámaras acústicas de Rusia y China.

Desde luego no hay todavía una fecha conocida en que el avión se pusiera en venta, si es que llega en algún momento a ese punto, hoy se trabaja para el desarrollo, pero hacerlo en conjunto con China, quizá a cambio del CRAIC 929, podría dar frutos, así como tener un mercado un poco mayor, ya que difícilmente será del interés de EE.UU., y Europa en el corto o mediano plazo. Veremos si realmente llegan a algo con el trabajo en conjunto, no solo es la cuestión aerodinámica sino los motores, que es el otro dolor de cabeza que actualmente tiene Boom para el Overture.