Se cumplieron 10 años del rollout del Boeing 787

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Una de las máquinas más espectaculares de los últimos tiempos es sin lugar a dudas el Boeing 787 Dreamliner, conocido inicialmente como el “Sonic Cruiser”, es uno de los aviones más exitosos –widebody- y que, a pesar de las fallas iniciales con las baterías, es el nuevo caballo de batalla de muchas aerolíneas para sus vuelos de largo recorrido.

Era temprano un día ocho del mes siete del año siete (7-8-7) cuando el fabricante estadounidense a través de una de las mejores ideas mercadológicas presentó el primer Boeing 787; un evento al que acudieron más de 15 mil personas, marcando un hito en la historia de la aviación al ser el primer rollout transmitido vía Internet a todo el mundo y presentado en más de 10 diferentes idiomas.

Lo que sería el siguiente avión fabricado después del Boeing 777 –también un éxito de ventas- fue presentado en la factoría de Everett, un golpe duro para su principal competidor, Airbus, pero en ese momento sólo importaba el diseño estético y lo que tanto prometía para los operadores.

En aquellos tiempos, el aquel entonces Presidente de Boeing Commmercial Airplanes, Scott Carson, Mike Bair Vicepresidente y Director del Programa y Jim McNerney eran quienes orquestaban la presentación en compañía de las empresas que también participaban en el proyecto, como: Alenia; Fuji Heavy; Kawashaki Heavy Industries; Mitsubishi Heavy Industries; Fiji Heavy Industries; Global Aerospace; Spirit Aerosystems.

Como un dato interesante la arquitecto y diseñadora del avión Patricia Urquiola, hablaba sobre lo que sería el nuevo diseño de las siguientes aeronaves, que si bien, de los dibujos iniciales no se semejaba, la perfección de varias secciones como la peculiar geometría de la superficie alar y el carenado en los motores prometían entre muchas otras cosas ahorros significativos a los operadores.

Los próximos seis Boeing 787-8 sería dedicados para las pruebas y certificación antes de que la emblemática aerolínea All Nippon Airways (ANA) tomara los aviones como cliente de lanzamiento del equipo fabricado con materiales compuestos.

Según testigos, al momento de la presentación el avión parecía listo para emprender el vuelo, pero en su interior hacían falta centenas de piezas y equipos que le imposibilitaban operar, sería hasta el 15 de diciembre del 2009 que la aeronave tocaría el cielo por primera vez.

Lo cierto es que la aeronave ganó la admiración del público y de los futuros operadores que vieron con buenos ojos el diseño, motores y la capacidad de ahorrarse hasta un 3% -inicialmente- de costos de operación.

Algunas aerolíneas como Aeroméxico y Avianca compitieron su intereses por el nuevo avión reiterando el compromiso de compra con miras a adquirir la próxima versión intermedia, el Boeing 787-9.

Una de los principales diferenciadores del equipo fue el diseño estético, fuselado y hasta cierto punto futurista, con una geométrica alar que permitía un significativo ahorro de combustible, carenado en los cowlings que reducían la huella sonora y una cabina de mandos más asequible con la época con pantallas HUD estándar, es decir, que todos los aviones estarían equipados con los displays.

Además, destacando el uso de materiales compuestos en un 50% hacían que la aeronave redujera significativamente el peso bruto. Era Mike Sinnett, responsable de los sistemas del Boeing 787 quien compartia las ventajas competitivas de diseño alar y los motores, una tecnología que permitía una mayor distancia a menor consumo de combustible equiparando a otros aviones de la época. 

Además, los materiales compuestos permiten un menor nivel de altitud en la cabina, haciendo el viaje más confortable para los pasajeros, de acuerdo con los últimos estudios. La cabina del 787 está presurizada a un nivel de 1.828,8 metros (609.6 metros por debajo de la mayoría de los aviones). Las pruebas muestran que, debido a que el cuerpo absorbe un 8% más de oxígeno en la sangre a esta altitud, los pasajeros sufren menos dolores de cabeza, mareos y cansancio.

Sin duda Rolls-Royce inauguró un camino prominente para la nueva máquina que dé inicio sería propulsada por los asequibles Trent 1000, una versión mejorada de los motores. Según el fabricante Boeing, un 787-8 está de 229,5 millones de dólares; 787-9 en 270,4 millones; y un 787-10 en 312,8 millones de dólares cada uno. 

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    By: Roberto Mtz Armendáriz

    Periodista independiente con más de 10 años de experiencia en los medios de comunicación. Ha participado en varios proyectos de casas radiodifusoras como titular de noticieros en FM (Grupo Radiorama) y ha sido Jefe de Información de varios periódicos mexicanos. También, es Piloto Aviador Privado y Oficial de Operaciones de Aeronaves.

    Ciudad de México.

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