Vuelo de Aeroméxico es desviado por pasajeros en estado de ebriedad
El pasado 3 de marzo el vuelo internacional de Aeroméxico (AMX617) entre los Aeropuertos Internacionales de Toronto (YYZ) y Benito Juárez de Ciudad de México (MEX), tuvo que ser desviado de su ruta hacia el Internacional de Houston (IAH).
La razón, pasajeros insubordinados. De acuerdo con las primeras versiones de las autoridades aeroportuarias de Estados Unidos a medios de comunicación en dicho país, informaron que el Avión aterrizo ‘hacia las 3:30 LT en el Aeropuerto de Houston, para bajar a tres pasajeros bajo los efectos del alcohol, quienes posteriormente fueron detenidos. Hasta el momento se desconoce su situación legal.
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El vuelo aparentemente transcurría normalmente, pero los esfuerzos del personal de vuelo para contener a los pasajeros fue cada vez más complicado. Se negaban a portar cubre bocas y empezaron a ser groseros con los asistentes de vuelo. El capitán desvió la aeronave y comenzó su descenso hacia el Aeropuerto de Houston. Después de 1 hora, el vuelo despegó nuevamente con destino a la Ciudad de México.
En los últimos meses ha habido un importante incremento de este tipo de incidentes alrededor del mundo, y desviar un vuelo por este tipo de pasajeros es una pesadilla para las aerolíneas, ya que convierten de inmediato a un vuelo en no rentable, por las tarifas adicionales de aterrizaje y salida en un aeropuerto, más el combustible adicional. Además, afectan al resto de los pasajeros ya que pueden no alcanzar sus conexiones o afectar sus actividades por no llegar a tiempo a su destino.
Delta y Avianca han pedido que se tomen acciones conjuntas alrededor del mundo contra este tipo de pasajeros, como hacer una base de datos mundial con los pasajeros, para que no sean aceptados por ninguna aerolínea.
Alrededor del 60% de los delitos cometidos por pasajeros disruptivos en un vuelo quedan impunes, así lo dio a conocer recientemente la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Ahora gracias al Protocolo de Montreal 2014 (MP14), las naciones tendrán el poder de enjuiciar a cualquier pasajero –sin importar su nacionalidad-, otorgando mayores mecanismos legales, enfrentando prisión en un país extranjero y concediendo mayor certidumbre de que el presunto culpable podría recibir una condena y consecuentemente, estar obligado a enfrentar cualquier tipo de indemnización.