Continúan las búsquedas por el Cirrus en el Golfo de México
La Guardia Costera de Estados Unidos informó esta mañana que hasta el momento no ha localizado ninguna señal de restos del Cirrus SR22T matrícula N325JK que desapareció la noche de este último miércoles 3 de enero en el Golfo de México después de volar por horas sin ningún contacto, manteniendo altitud, velocidad y rumbo.
El Cirrus de matrícula estadunidense y registrado en nombre de Abide Aviation LLC despegó del Aeropuerto de Wiley Post en la Ciudad de Oklahoma a las 14:19LT (GMT-6) en dirección al Aeropuerto Municipal de Georgetown, en Texas. Sin embargo, no aterrizó a la hora prevista y continuó volando a exactos 18,900 pies hacia el sur a rumbo 140°, recorriendo el Golfo de México hasta desaparecer de los radares.
La Guardia Costera confirmó que dos aeronaves fueron desplegadas a la región para las búsquedas, siendo un HC-144 Ocean Sentry enviado desde la estación aérea de Corpus Christi, en Texas, y un Lockheed HC-130 desde Clearwater, en Florida. El piloto fue identificado como Bill Kinsinger, médico y voluntario de Pilots N Paws, una organización de pilotos que actúan en el rescate de perros abandonados.
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La hipótesis más probable para este accidente es que el piloto, única persona a bordo del SR22T, habría perdido la conciencia como resultado de una hipoxia, fenómeno provocado por la disminución de oxígeno en la sangre o tejidos corporales, como resultado de la altitud de la aeronave, que no tiene su cabina presurizada. Este modelo tiene certificación para volar de forma segura hasta una altitud de 17.500 pies, siendo requerido por la Administración Federal de Aviación el auxilio de cánula hasta 18 mil pies y de máscara de oxígeno por encima de esta altitud, a pesar de ser muy temprano para cualquier especulación.
Asimismo, el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, en inglés) confirmó que mientras la aeronave aún estaba en vuelo, sin responder a los llamados del control de trafico aéreo, dos Lockheed Martin F-16 Fighting Falcon despegaron de Ellington Field para evaluar la situación y que posteriormente, fueron sustituido por dos McDonnell Douglas F-15 Eagle que habían despegado de Nueva Orleans y siguieron la aeronave hasta las proximidades del espacio aéreo mexicano. Durante la escolta, los pilotos estadunidense confirmaron que el piloto del Cirrus estaba incociente.
Otra hipotese planteada para la no localización de los restos es que el piloto podría haber recuperado la conciencia cuando la aeronave descendió a una altitud más baja, recuperando el control de la aeronave y la planeando para alguna dirección, lo que ampliaría significativamente el área de búsquedas.