A 13 años del Learjet 45 que cayó sobre Ciudad de Mexico

Un día como hoy, pero del 2008, a las 18: 46LT el Learjet 45 matrícula XC-VMC se desplomó sobre Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México. Debido al impacto, la aeronave quedó destruida y las 9 personas a bordo, así como otras 7 en tierra perdieron la vida. Dentro de los fallecidos se encontraba el entonces Secretario de Gobernación, e íntimo amigo del expresidente Felipe Cálderon, Juan Camilo Mouriño Terrazo.

El Learjet 45 había sido asignado por Gobierno Federal para el traslado de un grupo de funcionarios desde el Aeropuerto Ponciano Arriaga (SLP), San Luis Potosí hacia destino al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México AICM (MEX). En su aproximación sobre la Ciudad de México, los Pilotos de la aeronave recibieron la indicación de reducir la velocidad; lo anterior debido a que, delante del corredor final de aterrizaje, tenían un Boeing 767 de Mexicana de Aviación.

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Las investigaciones posteriores al accidente determinaron que no se cumplió con la reducción de velocidad; ese fue uno de los tantos errores que se conjugaron en el accidente del Learjet 45. Al no reducir la velocidad, el avión ejecutivo se adentró en la turbulencia de estela del 767 de Mexicana. Momentos después, el Learjet vira en sentido opuesto al AICM, los Pilotos pierden el control del avión y este y se desploma vertiginosamente hacia los edificios por debajo.

Si bien la turbulencia de estela puede llegar a ser mortal, este fue solo un factor para el lamentable resultado que se tuvo. Al realizar las investigaciones, las autoridades involucradas – personal de la National Transportation Safety Board, SENEAM, Aeronáutica Civil, y autoridades federales- comenzaron a descubrir aspectos turbios con el Learjet 45.

Los hallazgos en el Learjet 45

Uno de esos temas fue relacionado con la Flight Data Recorder del Learjet 45 que había dejado de funcionar dos años atrás cuando la FDR debe mantenerse en óptimas condiciones en cualquier aeronave. Siguiendo la pesquisa, los investigadores determinaron que uno de los puntos clave en el desenlace del Learjet 45, Juan Camilo Mouriño y las otras 15 personas, fue relacionado a los Pilotos.

Con la Cockpit Voice Recorde (VCR) las autoridades obtuvieron importantes hallazgos; gracias a la grabación, notaron que el Capitán había tenido repetidas fallas en la “introducción de datos en los sistemas electrónicos”. Además, se evidenció la desorientación geográfica de los Pilotos al dudar sobre dónde estaban sobrevolando.  

Tomando en cuenta cuestiones como las anteriores, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes señaló que existían deficiencias en los procesos y certificación de ambos pilotos para operar el Learjet. Como dato agregado, de acuerdo con los dictámenes de la investigación, el Capitán -Martín Oliva- tenía 3,675 horas de vuelo, pero solo 57 de ellas eran en el Learjet 45.

Han pasado 13 años del accidente del Learjet 45 que debe quedar como un aprendizaje sobre los riesgos de la deficiencia en las capacitaciones del personal aeronáutico. Esto es el talón de Aquiles que puede hacer que la vida de Pilotos, pasajeros o incluso las personas en tierra, cambie en cuestión de segundo. Son trece años de un desplome que quedó marcado en la historia de la aviación mexicana con la que fuera la última palabra del Capitán del Learjet 45: “¡Diosito!”.