El avión que incendió el cielo… Vuelo 103 de Pan Am
La noche del 21 de diciembre de 1988, un Boeing 747-121 matrícula N739PA de la aerolínea estadounidense Pan American World Airways (Pan Am) bautizado “Clipper Maid of the Seas” pretendía cubrir la ruta desde el Aeropuerto Internacional Heathrow, en Londres, Inglaterra, con destino al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, tras hacer una escala en Frankfurt, Alemania. El destino del avión, su tripulación y pasajeros nunca fue imaginado.
La majestuosa aeronave, con 18 años de antigüedad, transportaba 16 tripulantes y 243 pasajeros de los cuales 189 eran ciudadanos estadounidenses, además de un grupo de soldados.
El aparato volaba a 30.000 pies de altitud a una velocidad de aproximadamente de 450 nudos a las 19:02:46 GMT. El vuelo transcurría en total normalidad hasta que 38 minutos después de haber despegado de la capital británica, una explosión partió el fuselaje por la parte delantera, separando la cabina de mando del avión con el resto del mismo. Cayó a gran velocidad durante 2 fatales minutos antes de impactarse hecho pedazos sobre la comunidad de Dumfries Galloway, en Lockerbie, Escocia.
Las 150 toneladas del Boeing 747, 90 de combustible y 6 millones de piezas incendiadas del avión mataron a 11 personas de la localidad escocesa, más las 243 personas de la aeronave. Vientos de 100 nudos (190 km/h) esparcieron a las desafortunadas víctimas y escombros a lo largo de un corredor de 130 km sobre un área de 2189 km² de la tranquila localidad escocesa.
De inmediato, y tras la conmoción inicial, Scotland Yard, FBI, CIA y la policía de Dumbfries Galloway fueron las agencias encargadas de la investigación durante tres años, tras los cuales, y después de reunir todas y cada una de las piezas de la aeronave cual si fuera un rompecabezas, llegaron a la conclusión de que
La explosión se originó en un maletín Samsonite que contenía una radiocassetera Toshiba Bombeat cargada con 400 gramos de explosivo plástico tipo Semtex-H, colocado por terroristas libios en la escala en el aeropuerto de Frankfurt, y estaba ubicado a media altura de la sección delantera de la zona de carga de equipaje”.
Este atentado fue un terrible golpe para la autoproclamada “World’s Most Experienced Airline”, no sólo por la pérdida del aparato, sino por el pánico que se apoderó del público por ser uno de tantos aparatos siniestrados, tanto en accidentes como de atentados terroristas. La aerolínea ya se encontraba con grandes rezagos económicos, de hecho, no logró tener acceso a créditos posteriores para poder renovar su flota de sus cada vez más envejecidos Boeing 747.
Este lamentable atentado contra el vuelo 103 acabó con las finanzas de Pan American World Airways, pues sus accionistas se vieron obligados a vender su flota de aviones y sus rutas.
A finales del año 2006 PanAm logró liquidar todas sus deudas, terminando oficialmente en bancarrota ese mismo año. Esto se debió al pago de 30 millones de dólares recibido por parte del Gobierno de Libia producto de una demanda civil y criminal interpuesta por el gobierno norteamericano, ya que se logró identificar, incriminar, capturar y sentenciar a dos agentes terroristas libios, Abdelbaset Ali Mohmed Al Megrah y Al Amin Khalifa Fhimah. Finalmente y luego de una serie de duras sanciones impuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Libia decide entregarlos. Habían estado fugitivos hasta 1999 bajo la protección de Muamar el Gadafi.
La sentencia a estos dos hombres se llevó a cabo en enero de 2001, Megrahi fue condenado a 27 años de prisión, pero en agosto de 2009 Megrahi fue puesto en libertad por razones humanitarias, ya que padecía cáncer de próstata en fase terminal, y por piedad se le dejó ir a Libia para que estuviera allí, hasta que falleció el 20 de mayo de 2012. El otro incriminado, Al Amin Khalifa Fhimah, fue absuelto.
Pan American World Airways, fue fundada en marzo de 1927 y es conocida como la más grande aerolínea en operar vuelos transoceánicos, volando literalmente todos los continentes del planeta, excepto a la Antártida. A principios de la década de los 70, la publicidad hizo que la aerolínea fuera bien conocida por su eslogan registrado «World’s Most Experienced Airline». Fue respetada por la experiencia y profesionalidad de sus tripulaciones; los auxiliares de vuelo eran políglotas y generalmente graduados de la universidad, frecuentemente con entrenamiento en enfermería.
¿Qué aprendimos después del atentado?
No podemos descartar una conspiración de Libia y otros gobiernos y grupos terroristas, pero la información que tenemos no nos permite llegar a ésa conclusión.”