¡Por fin, KLM será rescatada! Pilotos acceden a recortes salariales

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El pasado 31 de octubre el ministro de Finanzas de los Países Bajos mencionó que ya no habría ningún rescate financiero para la aerolínea KLM Royal Dutch Airlines, y que esta situación permanecería así hasta que sus pilotos se comprometieran y accedieran a realizar una reducción salarial durante los próximos cinco años, todo esto ante la negativa del sindicato de realizar dichos recortes.

Esta situación hizo que el gobierno tomara la decisión de retirar el rescate que se tenía planeado para KLM. La aerolínea necesita al menos €3.4 mil millones de euros, para poder hacer frente a los estragos que ha ocasionado la pandemia del Coronavirus (COVID-19), es por esta razón que solicitó al gobierno una serie de préstamos estatales.

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Después de largas jornadas de comunicación entre la aerolínea y el sindicato, se logró llegar a un acuerdo y los pilotos de KLM acordaron aceptar los recortes en sus salarios, todo esto como un esfuerzo para poder poner fin al estancamiento del rescate financiero por parte del gobierno de los Países Bajos.

El Ministro de Finanzas de los Países Bajos, Wopke Hoekstra, mencionó que: “es bueno que este obstáculo se haya superado“. Con este dinero la aerolínea espera poder operar los próximos cinco años, así lo mencionó el pasado 7 de octubre después de que presentara su plan de reestructuración ante el Ministerio de Finanzas.

Las predicciones que tenía KLM sin estos préstamos eran completamente desalentadoras, el Director Ejecutivo de KLM, Pieter Elbers, mencionaba que: “sin este préstamo, KLM no superará este momento difícil“. Esta situación era preocupante pues existía la posibilidad que sin este dinero la aerolínea se declararía en bancarrota.

Los sindicatos que representan a los tripulantes de cabina y al personal de tierra ya habían aceptado los recortes salariales por los próximos dos años, después el gobierno mencionó que estos no demostraban su compromiso con KLM y exigió que los recortes se mantuvieran por lo menos los próximos cinco años a lo que los sindicatos terminaron aceptando.