¿Qué beneficios traerá la Agencia Federal de Aviación Civil en México?

Esta semana se dio a conocer que terminó el ciclo para lo que conocimos como Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Se aprobó la instalación de la Agencia Federal de Aviación Civil y el mandato ya se encuentra publicado en el diario oficial de la federación por lo que, a partir del pasado día 16 de octubre, ya está en funciones.

Desde el año 2010, cuando la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos impuso una sanción a México degradando su estatus de seguridad al haber reprobado la auditoría ordinaria internacional, se expuso que era necesario eliminar el modelo de Dirección General para dar paso a una entidad que tuviera autonomía de gestión y presupuestal.

A 9 años de esa recomendación, que más bien fue una exigencia, hoy la Agencia Federal de Aviación ya es una realidad. Sin embargo, faltan los pequeños granes detalles como lo son el Manual de Operaciones de la agencia y los nuevos reglamentos que habrán de acompañar a ese manual de operaciones ya que, jurídicamente hablando, los reglamentos que aplicaban hasta el 15 de octubre pasado, respondían a la Dirección de Aeronáutica Civil, por lo que se deberán expedir nuevos reglamentos o copiar los antiguos, con modificaciones.

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Y en esas modificaciones es que se notará si el cambio de Dirección a Agencia será benéfico tanto para la aviación civil como para el personal técnico aeronáutico, porque, así como fue una exigencia internacional, los cambios pudieran hacerse desde el modelo americano normativo, es decir, una copia de las regulaciones aéreas federales conocidas como FAR´s.

Esto, por ejemplo, llevaría a las compañías  aéreas a enviar dos veces al año a sus tripulaciones a adiestramiento periódico, así como regular las mínimas horas que debe tener un Piloto para poder volar una aeronave mayor a 5,700 kilogramos, es decir, que todos los primeros oficiales en espera de entrar a una aerolínea, deberán contar con al menos 1,500 horas como lo marca el reglamento americano del cual pudiera, insisto, copiarse el nuevo sistema reglamentario de la Agencia Federal de aviación.

Esperemos pacientes la transición y confiemos en que este cambio sea benéfico.