Banobras analiza 6 propuestas de compra para el Boeing 787 Dreamliner TP-01 de la Fuerza Aérea Mexicana

El Banco Nacional de Obras Públicas (Banobras) está analizando seis propuestas para la venta del Boeing 787 Dreamliner TP-01 de la Fuerza Aérea Mexicana el cual sirvió como avión presidencial desde 2016 hasta el 3 de diciembre del 2018, fecha en la que la aeronave se envió a San Bernardino (California). Las 6 propuestas que han llegado a Banobras, son de compradores norteamericanos del sector privado, los cuales han manifestado su interés y las han hecho llegar a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Se pretende recuperar al menos el saldo del arrendamiento de la aeronave por $2,100 millones de pesos, la flota de aeronaves con las cuales cuenta el gobierno Mexicano consta de un Boeing 737-200 un Boeing 737-300, dos Boeing 737-800, un Boeing 757-200, un Bombardier Dash 8-200 y tres Embraer 145, los cuales están en proceso de avalúo para su posterior venta, estos solo son parte de la flota ya que se estima cerca de 70 aeronaves las cuales también se pretenden poner a la venta.

El TP-01, bautizado “José María Morelos y Pavón” realizó su primer vuelo el 3 de febrero del 2016. De acuerdo con los registros de operaciones, en sus 2 años 6 meses de servicio completó 214 vuelos dentro y fuera del país, siendo su primer vuelo oficial al Aeropuerto Internacional General Ignacio Pesqueira García de Hermosillo, Sonora, siendo escoltado por 4 aviones caza F-5 Tiger II.

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El gobierno mexicano anunció este miércoles 12 de junio que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) evaluó el antiguo Boeing 787-8 Dreamliner ‘José María Morelos y Pavón’ (TP-01) de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) en al menos 150 millones de dólares. El valor recaudado con su venta junto a otras aeronaves oficiales del gobierno, a su vez, serán dirigidas a un plan para contener la inmigración ilegal a Estados Unidos, señaló.

El antiguo avión presidencial mexicano, que portó la matrícula gubernamental XC-MEX, almacenado desde el 4 de diciembre del año pasado en Victorville (Estados Unidos), fue adquirido hace siete años por el gobierno de Felipe Calderón por 218 millones de dólares; fue entregado as las autoridades mexicanas en el antepenúltimo año de la gestión de Enrique Peña Nieto.