Celebrando 55 años del Learjet

Tiempo de lectura: 2 minutos

Primero inventó el eliminador de la batería tipo “B” de 45 volts, le siguió el cartucho magnético de 8 tracks de cuatro canales en estéreo para auto y entre otras 120 patentes más, la miniaturización de los circuitos electrónicos.

Participó accionariamente en Galvin Manufacturing Company después conocida como “Motorola”, donde se inició la manufactura de radios de comunicación aeronáutica y de navegación.

Fue hasta 1960 que comenzó la carrera por hacer una aeronave jet personal de alta velocidad. Basado en el prototipo suizo FFA-P16, el cual había sido rechazado para futura producción por el gobierno suizo debido a dos accidentes en los prototipos.

Fue la Lear-Siegler Company quien compró los derechos del prototipo para que, ya instalados en Wichita Kansas, se iniciara la producción del que se le conocería como el Lear 23.

El pasado 7 de octubre recordamos el primer vuelo del Lear 23 (1963) que se produjo en masa, pero contrario a la gran demanda y altas ventas, el ahora Learjet Corp Lear23, debido pérdidas económicas durante los prototipos y vuelos de prueba, Lear tuvo que vender Lear Corp. a la empresa Gates en 1967, de ahí que muchos conocimos el Gates-Learjet.

Han pasado los años y esta aeronave, la cual ya no se produce, dejó marcado un hito en la aviación corporativa. Ya sea como taxi aéreo, jet personal, ambulancia aérea o de carga, la versatilidad del Learjet seguirá ofreciendo alta rentabilidad hasta sus últimos días.

Cuando Bombardier tomó el producto Learjet en sus manos, se apostó a que el sucesor natural del “LJ” (Learjet) fuera el Canadair Challenger. Sin embargo y a pesar de que el mercado ejecutivo pidió ya no fabricar más la última serie 75 y dar paso a una cabina más alta y ancha como lo iba a ser el Learjet 85, las presiones comerciales y ejecutivas al interior de Bombardier, no permitieron el desarrollo del LJ85 que se estaba produciendo en Querétaro, México.    

No importa que el destino alcance al Learjet; los que formamos parte de la comunidad LJ en el mundo, nos sentiremos siempre orgullosos de haber formado parte de esta aventura que inició Bill Powell Lear desde 1931, año en que compró un biplano y fue gracias a ello, que tuvimos la radio navegación, la comunicación electromagnética y los primeros pilotos automáticos.

  • author's avatar

    By: Guillermo Galvan

    20 años en aerolíneas, instructor teórico aeronáutico, especialista factores humanos en aviación, melómano, cafeinómano.

    Sigue mi Columna ‘Nivel de Vuelo’ todos los lunes.

  • author's avatar

Deja tu comentario.