Primer americano en el espacio: Alan Shepard (Parte 2 de 2)
Por: Antonio Mendoza Corona
Tesorero de la SMEAL
Qué tal, los saludamos de nuevo amigos amantes de la aviación y la navegación espacial. En la pasada entrega, narramos cómo fue el ascenso de la primera misión tripulada al espacio por parte de Estados Unidos de América, el 5 de mayo de 1961, con Alan B. Shepard tripulando la nave Freedom 7.
Debido a este hecho, los estadounidenses lo consideran el primer astronauta de Estados Unidos (aunque el primer vuelo orbital estadounidense propiamente dicho fue realizado por John Glenn a bordo del Friendship 7, el 20 de febrero de 1962). La nave de Shepard alcanzó una altitud de 187 kilómetros, en un vuelo que duró tan sólo 15 minutos (frente a los 357 kilómetros de altitud máxima y 1:48 horas que logró Gagarin).
Después de su proeza, Shepard interrumpió su carrera durante 10 años debido a que padecía la enfermedad de Ménière pero después de una operación complicada volvió para entrenarse en el programa espacial Apolo.
Y así, el 31 de enero de 1971, Alan Shepard, de 47 años entonces, comandó la llamada misión Apolo 14. Alan, junto a su compañero astronauta Ed Mitchell, caminó sobre la Luna durante 9 horas en dos turnos, mientras Stuart A. Roosa permanecía en el módulo de mando y servicio (CSM, por sus siglas en inglés), llamado «Kitti Hawk».
Apolo 14 fue la octava misión tripulada del programa Apolo (denominado oficialmente AS-509), lanzada en dirección a la Luna en la fecha mencionada mediante un cohete del tipo Saturn 5.
El artefacto consiguió alunizar con el módulo de descenso bautizado como «Antares» en la zona de Fra Mauro a 3,7º S 17,5º W llevando como tripulantes a Alan B. Shephard y Edgar D. Mitchell. Durante sus dos EVAs o paseos por la superficie de nuestro satélite (de 4.8 y 4.6 horas de duración, de un total de 33 horas y media de alunizaje), Shepard y Mitchell instalaron una estación científica, llamada ALSEP y recogieron 43 kilogramos de rocas y polvo lunar, empleando el vehículo manual MET, y dejando sobre la superficie lunar un paquete conteniendo la Biblia en microfilm, así como el primer versículo del Génesis en 16 lenguas.
Para estudiar las características del interior de la Luna, se hizo chocar contra ella la tercera fase del cohete Saturn, para que el impacto fuese registrado por los sismómetros dejados allí por las diferentes misiones Apolo, además de hacer detonar sobre su superficie 13 cartuchos de explosivo de un total de 21 previstos. Del estudio de las ondas producidas por estas explosiones, se logró conocer mejor el interior de la Luna. Durante el regreso efectuaron varios experimentos de mezclas en el vacío, consiguiendo nuevos compuestos inexistentes anteriormente.
La misión finalizó el día 9 de febrero tras efectuar un total de 34 órbitas lunares en 216 horas, un minuto y 56 segundos de vuelo.
Una de las anécdotas más curiosas de este vuelo la protagonizó el propio Shepard al convertirse en la primera persona en jugar al golf sobre la superficie lunar, al llevar hasta la Luna la cabeza de un palo de golf, (que ocultó a los técnicos de vuelo), y con la que golpeó un par de bolas de golf ante los asombrados ojos del mundo occidental.
En 1974, Shepard finalmente se retiró de la NASA. Falleció el 21 de julio de 1998, tras una larga lucha contra la leucemia.
A nombre de la Sociedad Mexicana de Estudios Aeronáuticos Latinoamericanos agradecemos su atención y estén pendientes de las próximas entregas sobre la evolución de la carrera espacial y los hombres que lo hicieron posible.