¿Qué es el jet lag? Y cómo evitarlo
No hay nada mejor que tomar merecidas vacaciones y conseguir unos días de descanso, viajar y conocer diferentes lugares culturas y aún mejor si este viaje es internacional. Muchos de nosotros hacemos planes y quedamos felices cuando hacemos un viaje pero no tenemos idea de cómo esta actividad puede ser agotador.
El jet lag es una expresión del idioma inglés que se refiere al efecto causado por el desequilibrio del cuerpo de un individuo que viaja a través de diferentes zonas horarias. Al llegar a Francia, por ejemplo, el turista puede verse afectado por diversos síntomas, como náuseas, irritación, fatiga, entre otros problemas fisiológicos que surgen como resultado de cambios en el ritmo circadiano.
Esto se debe a que nuestro cuerpo es, naturalmente, programado para hacer una serie de actividades en un período de 24 horas, como comer y dormir. Estos ritmos circadianos, como son conocidos, salen de sincronización cuando viajamos largas distancias, ocasionando síntomas que afectan nuestro sistema.
El Planeta Tierra está dividido en 24 partes longitudinales (secciones verticales) y cada una tiene una zona horaria específica. Cuantas más zonas horarias se viaje más fuerte será el jet lag. Un detalle importante es que en muchos lugares se modificó el horario debido a factores políticos.
De acuerdo con una encuesta realizada por Skyscanner, los jóvenes son los más afectados por el problema. Entre los encuestados, el 63% de los mayores de 45 años de edad dijeron nunca haber sentido algún efecto de jet lag, mientras que entre los más jóvenes, sólo el 37,33% dijo lo mismo.
- ¿Cómo minimizar estos efectos?
Según especialistas, los efectos del jet lag son más fuertes en vuelos al Este, una vez que el cuerpo tiende a adaptarse mejor a los ciclos superiores a 24 horas.
Empezar a cambiar su hora de dormir unos días antes del embarque es una de las maneras de minimizar los efectos del jet lag. Si el viaje es hacia el Este, tratar de dormir y despertar un poco más temprano. Pero si es hacia el Oeste, dormir y despertar más tarde – alrededor de dos horas, en promedio, es lo recomendable para ambos los casos.
Evitar medicamentos para dormir es otra manera, ellos confunden aún más su cuerpo. Bebidas alcohólicas durante el vuelo también no son recomendables, ya que deshidratan y dificultan la adaptación a la nueva hora. Dormir en el avión sólo es aconsejable si el destino es al Este.
Alimentación: Si está viajando hacia el Este, se recomienda alimentos ricos en carbohidratos como las patatas y pastas, que estimulan el sueño de forma natural, así como tés de frutas. En cuanto a aquellos que viajan hacia el Oeste, bebidas no alcohólicas y alimentos ricos en proteínas como el queso y la carne, que ayudan a mantener el cuerpo despierto.
Al desembarcar, tratar de adaptarse al ritmo de su destino; comer de acuerdo con la hora local y no ir a la cama antes de la puesta del sol. Haga todo lo posible para dormir lo suficiente durante su primera noche después de la llegada.
Trate de evitar actividades extenuantes en los dos primeros días después de la llegada. Esto permitirá a su cuerpo adaptarse rápidamente al nuevo ritmo. Otro factor importante es programar las actividades importantes para la hora del día que se siente más despierto. Para aquellos que viajan hacia el Este, lo ideal es hacer sus actividades por la tarde. En el caso del Oeste, el mejor momento es por la mañana.
Y cuando regrese, trate de permanecer en casa durante un día o dos. Esto ayudará a que el cuerpo vuelva a su ritmo normal. En el caso de viajes cortos, tratar en lo posible, de mantener el ritmo diario de su lugar de origen.
Ahora que ya sabe lo que es jet lag y cómo minimizar sus efectos, haga las maletas y aproveche al máximo sus vacaciones.
Bon voyage!