¿Qué hacer si eres testigo de un incidente o accidente aéreo?
Nadie los espera, nadie los desea, nadie los planea, pero están ahí como parte de la operación aérea. Cuando se presentan, los accidentes e incidentes aéreos se convierten en fuente de aprendizaje para mejorar las condiciones de seguridad, pero para ello existen procesos que se deben cumplir de manera rigurosa en la medida en que las condiciones lo permiten.
Los investigadores de accidentes son aquellos con la preparación idónea para comenzar las pesquisas cuando se presenta un incidente o accidente aéreo. Sin embargo no siempre son los primeros en llegar al lugar donde ocurre, por eso vale la pena recordar algunos lineamientos importantes a tener en cuenta en caso de ser nosotros los que tengamos la oportunidad de hacerlo.
La legislación nacional en materia de accidentes e incidentes aéreos está reglamentada por la parte número 8 del Reglamento Aeronáutico Colombiano RAC, que a su vez se basa en el Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional OACI.
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Ser testigo
Cualquiera de nosotros puede llegar a ser testigo de un accidente o incidente aéreo y como tal también se puede participar en favorecer la investigación con el fin de esclarecer las causas y que la autoridad pertinente formule recomendaciones. Sin embargo es muy importante dejar claro existe una legislación establecida y personal preparado y dedicado a la investigación de los hechos, por lo que no se trata de convertirse en investigador amateur.
Por supuesto, lo que prima cuando se presenta un hecho de estas características es la vida humana. La notificación a las autoridades es esencial con el fin de preservar la integridad física de las posibles víctimas.
Es la primera parte dentro de un esquema que incluye: notificación y alistamiento, investigación inicial de campo, investigación documental, análisis y pruebas de laboratorio, redacción, perfeccionamiento y validación del informe final; todas estas tareas a cargo del investigador.
La preservación de las pruebas fundamental en la investigación del accidente. Las autoridades nacionales son las encargadas de realizar dicha preservación y protección. La intención es evitar que se presenten saqueos o destrucción de las pruebas, por lo que ser un testigo del accidente o incidente implica también la responsabilidad de respetar la integridad de los ocupantes o afectados, sus pertenencias personales, el campo donde se presenta el hecho, la aeronave y sus
componentes, y otras pruebas que se puedan presentar.
Recordar con claridad datos como el punto de choque inicial con el terreno, trayectoria de la aeronave o el estado final de los restos; es de gran importancia para el investigador que, como parte de su labor, también toma fotografías antes de que se remuevan los restos del lugar.
Existe un protocolo para ello que básicamente contempla un cubrimiento del área general recorriendo en 360° el sector y la aeronave. Las imágenes también incluyen aquellas del panel de
instrumentos, posición de los controles de cabina, posición de interruptores, posición de controles de flaps y tren de aterrizaje, entre otros.
Es importante resaltar el hecho de que, cuando se presenta una víctima mortal, es de carácter ilegal tomar fotografías del cuerpo, a no ser que dichas imágenes brinden información relevante para entender las posibles causas del hecho.
Se espera que las autoridades aéreas, policiales y militares se presenten de manera expedita en el sitio del hecho, gracias a la alerta de 24 horas que estas entidades mantienen. El desplazamiento o
acceso al lugar puede ser complejo, pero una vez aquellos con la potestad de adelantar las fases de la investigación arriben al sitio, serán los únicos en capacidad de evitar el ingreso de personas ajenas a la operación que se realiza.
La investigación inicia y los datos e información que los testigos puedan proveer serán vitales para mejorar la seguridad aérea.