Trump opta por Boeing 747 de Qatar ante retrasos en el nuevo Air Force One
Trump recurre a un Boeing 747 de Qatar como solución provisional ante retrasos en el nuevo Air Force One.

Frustración presidencial por demoras en el programa VC-25B
El presidente Donald Trump ha manifestado su creciente descontento con Boeing debido a los continuos retrasos y sobrecostos en el programa de modernización del Air Force One. El contrato de $3.9 mil millones, firmado durante su primer mandato, contemplaba la entrega de dos aeronaves VC-25B basadas en el Boeing 747-8 para 2024. Sin embargo, problemas estructurales, complicaciones en el cableado y desafíos en la certificación han pospuesto la entrega hasta, al menos, 2029, con estimaciones que incluso apuntan a 2035.
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Ante esta situación, Trump ha buscado alternativas para garantizar su transporte presidencial durante su mandato actual. En febrero de 2025, expresó públicamente su insatisfacción con Boeing y consideró opciones como adquirir o adaptar otra aeronave para uso presidencial.
L3Harris adaptará un Boeing 747-8 ex-Qatarí
Como respuesta a estos desafíos, la administración Trump ha encargado a la firma tecnológica L3Harris la adaptación de un Boeing 747-8 previamente utilizado por el gobierno de Qatar. Esta aeronave, identificada con la matrícula P4-HBJ, fue inspeccionada por el presidente en febrero en el aeropuerto de West Palm Beach.
El objetivo es que esta aeronave esté operativa para finales de 2025, sirviendo como solución provisional mientras se completan los VC-25B. Aunque no contará con todas las capacidades avanzadas de los futuros Air Force One, se espera que L3Harris instale sistemas de comunicación y defensa esenciales para garantizar la seguridad y funcionalidad requeridas.
Implicaciones y desafíos del proyecto
La adaptación de una aeronave comercial para uso presidencial presenta múltiples desafíos. El Boeing 747-8 ex-Qatarí, aunque lujoso, requiere modificaciones significativas para cumplir con los estándares de seguridad, comunicaciones y defensa del Air Force One. Además, la implementación de estas mejoras en un plazo reducido podría limitar el alcance de las modificaciones.

Por otro lado, el costo estimado de esta adaptación, que podría superar los $100 millones, plantea interrogantes sobre la eficiencia del gasto público, especialmente considerando que la aeronave será utilizada por un periodo limitado.
Foto: Dylan Agbagni (CC0)