Avianca Brasil solicita recuperación judicial; te explicamos por qué
Avianca Brasil, cuarta mayor aerolínea brasileña en número de pasajeros transportados, solicitó este martes 11 de diciembre ante la justicia brasileña un proceso de recuperación judicial para una reorganización en su estructura operativa y económica. Durante el proceso, aún pendiente de aprobación, que en el ordenamiento jurídico brasileño se asemeja al Chapter 11 estadunidense, la aerolínea continuará operando con normalidad.
La acción ocurre días después de que Avianca Brasil enfrentara procesos judiciales movidos por dos compañías de arrendamiento financiero solicitando la reanudación de aeronaves en operación en la flota de la aerolínea por la falta de pagos. Por su parte, la estadounidense Aircastle, que solicitó la reanudación de diez A320ceo y un A330-200; y la irlandesa BOC Aviation, que solicitó la devolución de dos A320neo, obteniendo una orden de confiscación de las dos unidades, éstos los matrículas PR-OBQ (s/n 7918) y PR-OBR (s/n 8086), incautados por la justicia en el Aeropuerto Internacional de Brasília.
Según Avianca Brasil, el pago por estas aeronaves no fue realizado porque todas eran objetos en procesos de renegociación en sus acuerdos de arrendamiento tanto con Aircastle como con BOC Aviation para optimizar costos. Sin embargo, ambas no aceptaron las propuestas presentadas y, a través de la justicia, solicitaron la devolución de las aeronaves y no el pago concretamente. Esta acción, a su vez, habría creado una confusión con otros arrendatarios que, con miedo de una posible quiebra, también entraron en la justicia para obligarla a devolver aeronaves.
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Según las dos compañías de arrendamiento financiero, el valor que Avianca Brasil debía a ellas era de unos 2 millones de dólares, un valor extremadamente en comparación con toda la estructura de la aerolínea. El valor de la recuperación judicial, por su parte, se estima en 50 millones de reales, equivalente a aproximadamente 12 millones de dólares, un valor también extremadamente bajo.
De este modo, para proteger la integridad de su operación, clientes y pasajeros, la aerolínea tomó la decisión de aplicarse a una recuperación judicial ante un tribunal brasileño, solicitando, según un documento al que el periódico Estadão tuvo acceso, “que todas las acciones y ejecuciones en curso [contra ella] sean suspendidas”. Es decir, evitar que las aeronaves abandonen su flota mientras renegocia una vez más los acuerdos de arrendamiento, esta vez, con supervisión de la justicia, evitando que toda su operación comercial pudiera verse afectada con una drástica y repentina reducción en su flota.
Esto porque en el ordenamiento jurídico del país, el proceso de recuperación judicial se asemeja al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, permitiendo el deudor reorganizar su operación y situación económica manteniendo un control total sobre los activos, a diferencia del Capítulo 7, donde la empresa está obligada a suspender su operación mientras sus activos serán puestos sobre la supervisión de un agente responsable de venderlos y distribuirlos entre los acreedores. Una de las más famosas que utilizó este recurso fue American Airlines, que se sometió al Chapter 11 entre los años 2011 y 2013 y más recientemente, Republic Airways, que se aplicó a la protección entre 2016 y 2017.
A través de un comunicado, Avianca Brasil tranquilizó a sus pasajeros e informó que ningún vuelo será afectado por la recuperación judicial. Recordamos que la cuarta mayor aerolínea brasileña es propiedad exclusiva del grupo Synergy Aerospace, que a su vez es el mayor accionista de la colombiana Avianca Holdings. Ambas operan totalmente independientes una de la otra y ninguna acción en Avianca Brasil tendrá resultado en la operación de la Holdings en los demás países de Latinoamérica, como Colombia, Ecuador y Perú.