¡Como taxista! Avión de ITA golpea a uno de Air France, despega y se va

En un hecho por demás lamentable por parte de la tripulación de ITA Airways, el pasado 17 de junio en el Aeropuerto Internacional de Nueva York John F. Kennedy (JFK), el Airbus A330-200 matrícula EI-EJL, que cumplía el vuelo AZ611 al Internacional de Roma Fiumicino (FCO), avanzaba por la calle de rodaje rumbo a la pista para despegar cuando al pasar por la terminal, golpeó a un avión que acababa de llegar de París.

Los pilotos de la aerolínea italiana aparentemente no se dieron cuenta de lo que pasó y prosiguieron hasta la pista y con la autorización, iniciaron el despegue y partieron rumbo a su destino. Los pilotos del avión de Air France, el Boeing 777-200ER matrícula F-GSPQ, en cambio, se dieron perfecta cuenta de lo que pasó, por lo que le pidieron al Control de Tránsito Aéreo (CTA) que mantuviera al avión de ITA en tierra.

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Según las grabaciones, el piloto francés reportó: “Este es el Air France 008, estamos en la Puerta 9, un avión de Alitalia pasó por detrás de nosotros y golpeó nuestro avión. Para que le digan que no despegue”. Pero para cuando el personal del control de tráfico estuvo consciente de la situación, el Airbus de ITA Airways ya estaba en el aire, el control de tráfico los contactó y les preguntó sobre el incidente, pero la tripulación negó que hubieran estado involucrados en algún incidente.

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Sin embargo, al llegar a Roma, se descubrió el daño en la semiala del A330, lo que demostró que sí estuvieron involucrados contra lo que dijo la tripulación, si es que de verdad no se dieron cuenta de lo que pasó. No se dieron a conocer los daños que sufrió el avión, pero estuvo en tierra durante dos días antes de ser programado nuevamente a operar vuelos de itinerario.

Mientras tanto, el Boeing 777 de Air France estuvo parado más de una semana en Nueva York esperando ser reparado. Lo que sí es muy claro, es que la tripulación de ITA Airways tienen una responsabilidad importante no sólo en el incidente, sino que al ser informados debieron haber regresado al aeródromo de origen para que el avión fuera revisado, porque pusieron en riesgo a todos los ocupantes del vuelo si el daño hubiera sido mayor y tuvieran problemas a la mitad del Atlántico.