Conoce el I.Ae. 27 Pulqui I, el primer avión a reacción de Latinoamérica
En los últimos tiempos, cuando hablamos de desarrollo aeronáutico en Latinoamérica, inmediatamente pensamos en Brasil, el gigante país sudamericano y sede de Embraer, el tercer fabricante aeronáutico más grande e importante del mundo, líder de categoría en segmentos de la aviación ejecutiva y que también desarrolla importantes productos militares, a ejemplo del Super Tucano y el KC-390 Millennium, el avión más grande jamás construido en toda nuestra región.
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Sin embargo, no siempre fue así y la vanguardia tecnológica de la aviación en Latinoamérica ya ha estado con Argentina. El ejemplo de esto es el desarrollo del FMA I.Ae. 27 Pulqui I, el primer avión a reacción desarrollado y ensamblado en Latinoamérica. El proyecto nació después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946, por iniciativa del gobierno de Juan Domingo Perón y la responsabilidad de producirlo recayó en el Instituto de Investigaciones Aeronáuticas y Espaciales (IIAE), hoy Fábrica Militar de Aviones (FAdeA).
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Durante su desarrollo, el gobierno argentino descubrió que el diseñador aeronáutico francés Émile Dewoitine, que había escapado de Francia acusado de colaborar con los nazis durante la ocupación del país europeo (1940-1944) y que había participado en el desarrollo de aviones para la Luftwaffe, como el entrenador avanzado Arado Ar 96, estaba escondido en Argentina (como muchos otros nazis en la época) y lo solicitó para participar en el proyecto, liderando el equipo de trabajo.
Todavía en 1946 se inició la fabricación del primer (y único) prototipo, que se quedó listo y despegó por primera vez al año siguiente, el 9 de agosto de 1947. Los primeros vuelos demostraron que el avión impulsado por un motor británico Rolls-Royce Derwent tenía poca potencia y bajo rendimiento y en un intento por mejorarlo, se redujo la envergadura en 75 centímetros, en un intento para aumentar la velocidad máxima de 720 kilómetros por hora a los 850 kilómetros por hora esperados y solicitados por el gobierno.
Sin embargo, aunque no cumplió con los requisitos, sirvió como fuente de conocimiento para el desarrollo de otro avión más adelante, el FMA I.Ae. 33 Pulqui II, diseñado por el ingeniero aeronáutico Norberto Morcchio con la participación del también ingeniero nazi Kurt Tank, quien también había huido a Argentina tras la caída del Tercer Reich. El sucesor, que voló por primera vez el 27 de junio de 1950, logró alcanzar los objetivos, sin embargo, debido a la crisis y la inestabilidad económica y política de la época, el gobierno decidió orientar los recursos del desarrollo hacia la adquisición de unidades del F-86 Sabre ofrecido por los Estados Unidos.
Sin embargo, aunque ambos no prosperaron, especialmente el I.Ae. 27 Pulqui I, su papel en la historia de la aviación es bastante significativo, ya que fue el primer avión a reacción desarrollado y ensamblado en Latinoamérica. Esto convirtió el país sudamericano en la sexta nación del mundo en realizar por sí sola esta tarea, algo muy difícil en la época, ya que el dominio tecnológico estaba concentrado en manos de las potencias hegemónicas. Afortunadamente, el único prototipo del Pulqui I y el único que quedó del Pulqui II están preservados en el Museo Nacional de Aeronáutica de Argentina.