El agotado modelo educativo de la escuela de vuelo tradicional…

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  • Parte de la responsabilidad, es también el reglamento de Escuelas que no permite mucho margen de maniobra.

Hagamos un ejercicio de memoria e historia… ¿Cómo fueron nuestras clases en la escuela de vuelo? Un salón, un instructor, un pizarrón, una TV, una video casetera VHS, o para las nuevas generaciones: El mismo salón, el mismo instructor, una pantalla y un reproductor DVD.

La dinámica sigue siendo la misma: Llegar al salón, abrir el libro, leerlo, explicar lo leído, hacer un examen parcial y uno final. Y así nos vamos hasta que se cumplen cuatro o seis meses de teoría en donde se adquiere el derecho de ir a practicar nuestra primera hora de vuelo. Podríamos añadir que, en el inter de la fase teórica y la práctica, si la escuela de vuelo tiene un simulador sintético de vuelo, se podrían practicar las horas de vuelo por instrumentos.

¿Está actualizado el modelo y enfoque pedagógico que ejercen los instructores de teoría en aviación? Desde mi experiencia personal, creo que no. Pero tampoco existe un curso de actualización pedagógica para instructores de aviación, y el poco material que existe es escueto.

Lo anterior no obsta para dejar en el abandono a los instructores de teoría y vuelo; al no rebasar sus objetivos y expectativas como centros de formación, las escuelas están dejando huecos que han resultado dañinos no sólo para el alumno, sino para la industria aeronáutica. Esto se refleja en los exámenes no aprobados o no satisfactorios tanto en la admisión como en el transcurso del adiestramiento inicial.

Como la escuela de vuelo tradicional no ha hecho frente a estos retos, las aerolíneas están tomando cartas en el asunto, lo cual tampoco es positivo aunque parezca lo contrario. 

En México, recientemente una conocida empresa de aviación, firmó un convenio de colaboración con una escuela de vuelo en la que, la empresa de aviación financía la carrera de piloto comercial a aquellos alumnos quienes ya posean una licencia privada; este modelo de “obtención de producto terminado” no es nuevo, en los Emiratos Árabes se puso en marcha desde hace diez años con buenos resultados.

Sin embargo, el enfoque que se le da al alumno no es el tradicional para efectos de terminación de carrera (en donde la escuela de vuelo sólo se compromete a otorgarle la licencia al alumno); este modelo va más allá.

La escuela de vuelo se compromete a que el alumno, al término de las horas de vuelo para licencia comercial, será candidato a Primer Oficial de la aerolínea ya que se habrán cumplido los requerimientos necesarios para ejercer como Primer Oficial: conocer sistemas básicos de la aeronave, vuelo por instrumentos en simulador sintético, uso y manejo del CRM, monitoreo del vuelo,  y entonces, tomar el curso inicial para la obtención de capacidad en el equipo jet de esa aerolínea.

Es decir, bastó que una empresa financiara la operación de la escuela de vuelo para que se cumpliera el objetivo (que siempre debió haber sido): dejar al alumno listo para asumir la posición de Primer Oficial en cualquier aeronave, de cualquier empresa. Y no es que no sucediera así, pero el problema no es de los alumnos.

Es del modelo educativo aeronáutico tradicional y de la presente reglamentación que, al ser estricta, no permite ir modificando a las necesidades actuales, tanto la pedagogía como el proceso de enseñanza y aprendizaje. Cuando en Transponder 1200 transmitíamos radio por internet, allá por el año de 2012, en uno de los programas dije que:

…de seguir la tendencia –en ese entonces actual- las escuelas de vuelo no serían capaces de entregar buenos resultados en la figura de pilotos comerciales y que, debido a la tendencia en la tasa de crecimiento de las aerolíneas, serían las empresas mismas quienes patrocinarían la obtención de licencias a los futuros pilotos”.

Lo platicado en aquel programa ya es una realidad y les comento: la aerolínea a la que hago referencia (más no hago un comercial de ella), no será la única que financie la operación de una escuela de vuelo.

La segunda empresa de la que tengo pleno conocimiento, ya está en la etapa de adquisición del AFTD (Advanced Flight Trainer Device) de la aeronave que actualmente vuela esta empresa y que permitirá al alumno, al mismo tiempo que toma el curso de vuelo por instrumentos, conocer el sistema EFIS y practicar en conjunto con la automatización del piloto automático, así como el conocimiento y práctica en la FMC (flight management computer).

Lo anterior, viene acompañado de aeronaves Cessna monomotor y bimotor para prácticas de vuelo, todas ellas, con equipo de navegación Garmin. No sólo es la tecnología, sino el cómo los instructores están siendo capacitados para adaptarse al CRM, procedimientos de operación, inglés técnico aeronáutico, navegación satelital, vuelo EFIS y factores humanos.

¿Por qué tuvimos que esperar a que un par de aerolíneas tomaran la dirección y control del modelo educativo tradicional? ¿Por qué la escuela de vuelo tradicional no pudo ser capaz (por si misma) de invertir en nuevos sistemas, materiales visuales, de enseñanza y métodos pedagógicos?

Y es que, cuando se agote el financiamiento de las aerolíneas hacia los aspirantes a Primer Oficial, o se agote el modelo por el ciclo de baja demanda, la escuela tradicional ahí quedará, sin haberse transformado. Lo curioso del caso es que, en esta ocasión, la autoridad aeronáutica está interesada en el cambio generacional; la oficina de Escuelas fomenta y aplaude una transición, pero no hay un interés de fondo de la industria y parece no haber eco en la parte formativa. 

No debemos esperar a pagar las consecuencias de una mala impartición de clases o la influencia de un mal instructor que no fue capacitado correctamente por su empleador, es decir, la escuela de vuelo, porque al final de cuentas, la carrera de Piloto Comercial es una inversión muy fuerte que rebasa los 500 mil pesos y que en muchos de los casos, cuesta a las familias un esfuerzo gigante para no ver retorno de inversión en formación y buen empleo. Responsabilidad social pues.

¡Vuelos seguros para todos!

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    By: Guillermo Galvan

    20 años en aerolíneas, instructor teórico aeronáutico, especialista factores humanos en aviación, melómano, cafeinómano.

    Sigue mi Columna ‘Nivel de Vuelo’ todos los lunes.

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