El Capitán “Sully” reprueba publicación del New York Times sobre el caso Boeing 737 MAX
What Really Brought Down the Boeing 737 MAX?
Ese fue el cuestionamiento que desarrolla el periodista William Langewiesche, a través de una publicación de 17 cuartillas en The New York Times Magazine, donde exhibe los dos fatales accidentes que involucran a los Boeing 737 MAX, de Lion Air y Ethiopian Airlines, respectivamente, lo que ha dejado una ola de incertidumbre sobre los niveles de seguridad de las aeronaves del constructor estadounidense y la deprimente certificación de los mismos.
Tras los accidente, las autoridades aeronáuticas en todo el mundo emitieron una “Emergency Order of Prohibition”, que prohibió –hasta la fecha-, las operaciones de estos aviones sobre sus espacios aéreos y que desde el pasado mes de marzo permanecen en tierra. Es al día de hoy que se desconocen las causas probables de ambos accidentes, en medio de un escenario donde tampoco han sido capaces de dar una solución tangible para las aeronaves que reposan en tierra.
El periodista Langewiesche –también Piloto Aviador-, describe los hechos de ambos casos y que sugiere que la preparación y el nivel de conocimientos de los Pilotos en estas dos catástrofes, era deficiente –airmanship-. Es así que, desarrollando una hipótesis, se centra en la culpabilidad de la tripulación de pilotos de los aviones accidentados.
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Luego de la publicación del texto, el reconocido Piloto del vuelo 1549 de US Airways “Sully” Sullenberger, del “Milagro del Hudsun”, reprobó a través de su portal de Internet, el texto de Langewiesche, por haber culpado a la tripulación de Pilotos por el caso. Según Sully, “es incorrecto culparlos por no poder compensar el avión, con un diseño tan pernicioso y mortal como lo son los Boeing 737 MAX”.
En la misma carta dirigida a William Langewiesche, explica que él ha sido uno de los pocos pilotos que han volado el simulador nivel D del Boeing 737 MAX, donde replicó ambos vuelos fatales en varias ocasiones, lo que sugiere que, el fallo no podría centrarse en errores humanos –tripulación-, sino en el fallo en los sistemas del avión, presumiblemente el Maneuvering Characteristics Augmentation System (MCAS).
El Cap. Chesley Burnett Sullenberger, también dijo:
El diseño de MCAS nunca debería haber sido aprobado, ni por Boeing, ni por la Administración Federal de Aviación (FAA). La Junta Nacional de Seguridad del Transporte descubrió que Boeing hizo suposiciones erróneas sobre la capacidad del diseño de la aeronave”.
Además, compartió que la capacitación inadecuada del piloto y la falta de experiencia de los pilotos son problemas globales, pero no disculpan el diseño fatal y defectuoso del MCAS, que lo catalogó como: “una trampa mortal”.
Es así que mientras continúa el curso de las investigaciones sobre los accidentes, en busca de soluciones y la eliminación de la puesta en tierra de los equipos MAX, se han revelado datos muy preocupantes que eclipsan a uno de los gigantes de la aeronáutica mundial, poniendo en tela de juicio muchos procesos que desde la Junta Directiva en Boeing, se ha comenzado a trabajar.
Varios operadores, esperan que esta pesadilla concluya y puedan comenzar a operar sus aeronaves MAX a inicios del año 2020, mitigando el caudal de pérdidas financieras que ha dejado a su paso la puesta en tierra del equipo. ¿Será posible recobrar la confianza de los clientes y pasajeros?